Estrategias para crecer

Existe un indudable consenso acerca del trascendente papel que la cantidad y calidad del factor trabajo desempeña en relación con el crecimiento económico de una región, si bien es cierto que resulta imprescindible profundizar en esta afirmación para alcanzar un conocimiento más riguroso y matizado sobre cómo se producen las relaciones entre el conjunto de facetas implicadas en el fenómeno. Reflexiones desde perspectivas renovadas se expresan en numerosos estudios y se traducen en actuaciones políticas, de las que podría ser muestra la estrategia de Lisboa de la Unión Europea que vincula el objetivo del crecimiento regional con la dotación de capital humano y su relación con los procesos de innovación.

El trabajo realizado por el grupo de Analistas Financieros Internacionales (AFI), en un contexto de interés por el crecimiento económico en Castilla y León, aporta un análisis a fondo de dos dimensiones relevantes del fenómeno: el capital humano y el mercado de trabajo. Los autores se han interesado por ambos desde la perspectiva de contribuir al conocimiento de la productividad del trabajo y del porcentaje de la población ocupada. Este estudio se articula con un conjunto de actividades desarrolladas en el seno de Foroburgos, entre las cuales figura la elaboración por el equipo de AFI de otros cuatro informes sobre diversos aspectos de la competitividad empresarial en Castilla y León.

Se dedican cuatro capítulos a realizar un pormenorizado estudio de la estructura y la situación coyuntural de las variables implicadas. Se comienza estableciendo una visión inicial, aportando datos sobre la estructura demográfica, las grandes ratios representativas del mercado de trabajo, como la tasa de actividad, la tasa de empleo y la tasa de paro, y el stock de capital humano de la región. En los tres capítulos siguientes se estudia el mercado de trabajo, detallando la información según sectores, provincias o sexos, se realiza un diagnóstico de los recursos humanos, utilizando comparaciones provinciales y con la media nacional, y se plantea el análisis del PIB por habitante a partir de la productividad del recurso humano (enfoque de eficiencia) y su empleo (enfoque de cohesión).

El conjunto de resultados y su interpretación se presenta en un capítulo que reviste un interés especial, donde se realiza un balance de Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades (DAFO) a partir del cual se proponen algunas estrategias, y finalmente se resumen las conclusiones en el último capítulo. Entre dichas conclusiones, se pueden destacar algunas que son resultado de dinámicas favorables junto con otras que remiten a debilidades estructurales de la región. En los últimos años, de crecimiento económico, han mejorado la tasa de empleo, la tasa de actividad, la tasa de paro y la dotación de capital humano. Sin embargo, el diferencial negativo de la renta per cápita regional con el club europeo se podría asociar con valores inferiores del porcentaje de población ocupada y de productividad del trabajo. Por una parte, existe un problema de oferta de trabajo, ya que ésta se encuentra limitada fuertemente tanto por las actitudes imperantes hacia la actividad como por la base demográfica. Simultáneamente, las características de la demanda parecen sugerir que la economía regional está intensificando las actividades de valor añadido medio-bajo, lo que podría significar que no existe un impulso suficiente relacionado con los procesos de innovación. Aunque, como también hacen constar los autores, "puede decirse que salir de esta situación es hoy más factible que nunca".

El detallado examen que se realiza de las múltiples variables tenidas en cuenta es utilizado por los autores para establecer un amplio conjunto de consideraciones y conclusiones referidas a diversos aspectos concretos y contribuye al conocimiento de problemas especialmente relevantes en la región, como el de la heterogeneidad de las situaciones de las distintas provincias.

Ángeles Marín Rivero es profesora titular de Economía Aplicada de la Universidad de León.