La restauración del cimborrio de la catedral acabará en 2009

Los trabajos de restauración del cimborrio de la catedral de Barcelona acabarán en 2009, anunciaron ayer los técnicos que dirigen el proyecto y el decano del capítulo catedralicio, Joan Guiteras. La empresa constructora Urcotex terminó de montar el pasado jueves una grúa de 90 metros de altura y 85 toneladas de peso que agilizará los trabajos de reparación del pináculo central que corona el edificio y que tendrá que desmontarse para su rehabilitación.

Actualmente, ya están restauradas las dos torres laterales de la fachada; por ese motivo se ha retirado una tercera parte del andamio que cubría la fachada de la catedral. El jueves por la tarde, los operarios de la constructora responsable del proyecto terminaron de levantar la grúa que permitirá reconstruir el cimborrio, en la parte superior del edificio. El enorme brazo mecánico pesa 85 toneladas y, como no se encuentra anclado a la catedral, tiene por base un bloque de hormigón de 350 toneladas que garantiza su estabilidad.

Esta instalación facilitará el montaje de los andamios: uno de ellos cubrirá el exterior del pináculo central de la catedral, y otro se colocará en el interior para reforzar su estructura. El cimborrio se irá desmontando poco a poco. La restauración comenzará por la parte superior con la bajada de la escultura de Santa Helena, que corona la catedral a unos 83 metros de altura, como explicó Mercè Zazurca, la arquitecta que junto a Josep Fuses dirige el proyecto. El principal problema que presenta la fachada del edificio es la oxidación de las grapas de hierro que unen los bloques de piedra que componen los muros. Con el paso del tiempo, y debido a la humedad, estas piezas de hierro han aumentado su tamaño, lo que ha supuesto que algunas piedras se agrieten y se desprendan de la fachada. El proyecto prevé sustituir las grapas de acero originales por otras de titanio.

Mientras duren la reconstrucción del cimborrio, los ciudadanos y turistas que lo deseen podrán ver la imagen de Santa Helena, que también será rehabilitada. Joan Guiteras explicó que todavía no han decidido cómo se expondrá la estatua, pero sí que estará a la vista de los visitantes.

Una vez acabada esta fase de las obras, todavía quedarán pendientes, entre otras actuaciones, la restauración del campanario y la renovación de las instalaciones eléctricas, explicó Josep Maria Martí Bonet, canónigo conservador del patrimonio del Arzobispado. La partida económica que destinarán la Generalitat, el Ayuntamiento y la propia catedral al proyecto asciende a 5,2 millones de euros.