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La vivienda: menos discursos y más hechos

El día 20 de febrero podíamos leer en este periódico el artículo titulado La vivienda, un problema con soluciones, de Celestino Corbacho, secretario de política municipal del PSC, en el que manifestaba que toda la problemática de la vivienda (seguramente uno de los temas más difíciles que tenemos como sociedad) era, cómo no, culpa de los gobiernos de CiU y de nuestro apoyo (según él, entusiasta; casualmente olvida nuestro apoyo "entusiasta" al PSOE de Felipe González) a los gobiernos del PP.

Las políticas "progresistas" del tripartito, manifestaba más adelante, corregirán el grave problema que ahora tenemos y así, el año 2011, en Cataluña, el porcentaje de vivienda de promoción pública será del 30%. Aquí podría haber finalizado el artículo con un y fueron felices y comieron perdices.

Sería positivo que el tema de la vivienda, que es de gran preocupación para muchos ciudadanos, especialmente los jóvenes, no fuera tratado con esa frivolidad y, sobre todo, sin generar falsas expectativas en un ámbito muy sensible para los ciudadanos, ya que en caso contrario es de una gran irresponsabilidad.

El proyecto de ley de vivienda presentado por el tripartito, a pesar de las equívocas declaraciones oficiales por parte del Gobierno, no servirá para frenar el precio de las viviendas y es necesario decir que seguramente tampoco lo conseguirá ninguna ley. De ahí la irresponsabilidad. La situación actual no puede cambiarse sólo con una medida; para poder colaborar a cambiar las cosas hacen falta medidas en varios campos: una buena ley de vivienda, una buena ley del suelo o una buena ley de urbanismo.

Pero el tripartito no puede dar lecciones en materia de políticas de vivienda, ya que:

Prometieron 42.000 viviendas de protección oficial finalizadas en cuatro años y en tres sólo han iniciado 20.000, y menos de 15.000 finalizadas.

No se ha obtenido ni una sola cesión de suelo del Estado (Renfe, cuarteles, etcétera) para viviendas de protección.

La construcción de viviendas por parte de los ayuntamientos socialistas deja mucho que desear; así, el Patronat Municipal de l'Habitatge de Barcelona, entre 1991 y 2005, sólo construyó 235 pisos sociales, o el Ayuntamiento de L'Hospitalet, que dirige el propio Celestino Corbacho, no tiene ni siquiera un patronato municipal o similar, la misión del cual sea construir vivienda pública.

Así, cuando uno analiza los datos que ofrece la propia Generalitat de Cataluña, año tras año, los ayuntamientos que realizan más viviendas de protección son los de CiU. El Ayuntamiento de Sant Cugat es siempre el que, con una población superior a 50.000 habitantes, hace el mayor esfuerzo en esta materia; y de las cuatro capitales de provincia, Tarragona es también la ciudad que mayor número de viviendas por mil habitantes ha construido el año 2006.

Una vez más, las cifras nos demuestran que quien hace los grandes discursos no es quien está trabajando en la materia, y a los hechos me remito.

Así pues, el tema de la vivienda no tiene una solución mágica tripartita, sobre todo cuando se analizan los hechos.

Desde CiU creemos que para facilitar el acceso a la vivienda hacen falta medidas que se puedan adoptar con relativa prontitud, y que favorezcan el acceso a la vivienda a aquellos colectivos que hoy tienen mayor dificultad para acceder a ella.

Pero, más allá de la opinión de cada uno, tengamos claro que solución mágica no existe y si no, sólo hace falta esperar que llegue el 2011 y lo comprobaremos.

Meritxell Borràs i Solé es candidata de CiU a la alcaldía del Ayuntamiento de L'Hospitalet de Llobregat.

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