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Cuatro muertos por 'aspergillus' en Alcalá

Oriol Güell

Otro microorganismo ha irrumpido en un hospital de la Consejería de Sanidad. En esta ocasión no es una bacteria como la Klebsiella pneumoniae -que hace 10 días causó la muerte de tres bebés prematuros y afectó a otros 13 en el hospital Doce de Octubre- sino que se trata de un hongo microscópico, el aspergillus, que está relacionado con cuatro muertes y ha afectado a siete personas más en el hospital Príncipe de Asturias, de Alcalá de Henares. Uno de los afectados ya ha recibido el alta y seis "permanecen ingresados con una evolución favorable y estrechamente vigilados", informó el hospital, que añadió que "los fallecidos sufrían patologías previas a la infección, lo que ha impedido confirmar que el aspergillus haya sido la causa de la muerte".

El centro sanitario, de 600 camas, ordena paralizar unas obras. Los pacientes están ingresados en Medicina Interna
La tasa de mortalidad del agente, que coloniza el aire acondicionado, está entre el 35% y el 58% de los enfermos afectados
Un brote infeccioso causado por un hongo en el hospital Príncipe de Asturias ha afectado a 11 pacientes desde enero
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Sanidad investiga los 11 casos de infección por el hongo Aspergillus en un hospital madrileño

Según varias investigaciones científicas, la letalidad de las infecciones pulmonares por este hongo oscila entre el 35% y el 58%, cifra que se dispara por encima del 80% en el caso de personas con el sistema inmunológico muy deprimido, como los enfermos de sida.

Todos son pacientes de edad avanzada y estaban ingresados por problemas respiratorios -Enfermedad Pulmonar Obstructivo Crónica (EPOC), neumonías...- en el servicio de Medicina Interna, que ocupa parte de la cuarta y la quinta planta del hospital, y en la UCI. La infección por aspergillus no es contagiosa de persona a persona y se combate con fármacos antifúngicos. No hay constancia de enfermos infectados en los quirófanos.

"Superan los niveles seguros"

Los primeros casos del brote, según confirmaron ayer fuentes del hospital, se registraron a mediados de enero. El primero, sin embargo, no causó demasiadas preocupaciones a los responsables del centro. "Registrar algún caso esporádico de aspergillus, al igual que de bacterias típicamente hospitalarias como la klebsiella, el anicetobacter o las pseudomonas, entra dentro la normalidad en un hospital con 601 camas abiertas", explica un médico del Príncipe de Asturias.

El problema de estas dolencias es cuando la acumulación de casos llega a formar un brote. La normativa estatal -Real Decreto 2210/1995, de 28 de diciembre, publicado en el BOE del 24 de enero de 1996- define a un brote como "el incremento significativamente elevado de casos en relación a los valores esperados", entre otras acepciones.

"Tras el primer caso", sigue este médico del hospital, "registramos otro, luego otro y al final sufrimos las primeras muertes. Acabamos por tomar conciencia de que las cifras de afectados se salían de lo esperable y de nuestro histórico".

Un responsable de Medicina Preventiva de un gran hospital de Madrid explica que "registrar cuatro muertes y 11 casos en dos meses supera todos los niveles considerados seguros; algo está pasando que ha permitido al hongo propagarse por el hospital".

Ese "algo", según fuentes del Príncipe de Asturias, pueden ser las obras que se han acometido en los últimos meses, principales sospechosas de estar en el origen del brote. El aspergillus, al igual que las bacterias susceptibles de causar brotes, son comunes en la atmósfera o los espacios húmedos. Estos microorganismos no dañan a personas sanas, pero sí se expanden por un hospital con pacientes con enfermedades graves y defensas bajas.

Las obras son uno de los riegos conocidos en los hospitales relación con el aspergillus. El producir y remover escombros, o el mover tierras, aumenta la concentración de esporas en el aire. Si de allí el hongo alcanza los sistemas de conducción de aire, el problema puede extenderse por el edificio. El hecho de que entre los enfermos haya algunos ingresados en la cuarta planta y otros en la quinta hace pensar al hospital que éste haya podido ser la causa del problema.

No afecta a los sanos

Desde el pasado mes de noviembre, el hospital acomete reformas en urgencias -aunque el gran proyecto de ampliación aún no ha empezado- y ha cambiado las puertas de las salidas de emergencia, según fuentes del Príncipe de Asturias. "Las obras en un hospital siempre son un riesgo y existen estrictos protocolos destinados a aislarlas de las zonas de enfermos. Su objetivo es precisamente evitar este tipo de brotes", explica un técnico de la Consejería de Sanidad.

La dirección del hospital ordenó el pasado lunes, como medida extrema para frenar el brote, "la suspensión cautelar de las obras en el interior del hospital hasta que se determine el origen del brote", según explicó ayer en un comunicado el hospital. El centro también ha inspeccionado el sistema de climatización y cambiado todos sus filtros y ha contratado a una empresa, que empezó a trabajar el pasado viernes, para que limpie con profundidad y esterilice todos los conductos.

El centro insistió anoche en que está adoptando "todas las medidas" en su mano "para el control y la prevención del hongo". El hospital recordó que el aspergillus no daña a las personas sanas y ha actuado para proteger a aquellas más vulnerables ante una posible infección.

Sus quejas y denuncias en lectores.madrid@elpais.com

Hospital Príncipe de Asturias, en Alcalá de Henares.
Hospital Príncipe de Asturias, en Alcalá de Henares.JAVIER ÁLVAREZ

Antecedentes en los quirófanos de La Paz y Puerta de Hierro

El hospital Príncipe de Asturias de Alcalá se suma a la larga lista de centros sanitarios cuyas instalaciones se han visto afectadas por la presencia del hongo.El peor brote sufrido hasta la fecha por un hospital en la región ocurrió en La Paz y se cebó con los niños. Empezó a finales de 1987 y durante los dos siguientes años cinco menores operados del corazón y otros problemas vasculares fallecieron por infección causadas por el aspergillus.

El tema llevó de cabeza a los responsables del hospital, que fueron encontrando colonizaciones del hongo en los quirófanos donde habían sido operados los niños. La Comisión de Infecciones del centro concluyó que el entonces envejecido sistema de refrigeración permitió la propagación de las esporas del hongo.Otro hospital público de la región, el Puerta de Hierro, también ha tenido problemas con el aspergillus en los últimos años. Aunque el centro nunca ha explicado si sufrió o no un brote por la enfermedad, los tribunales le han condenado en al menos tres ocasiones en los últimos años por muertes causadas por el hongo.Dos de las fallecidas fueron operadas para implantarles una válvula en el corazón en agosto de 1994 con un día de diferencia en el mismo quirófano. Murieron meses más tarde aquejadas de la infección en sus órganos abdominales. Cuatro años más tarde, en mayo de 1998, otro enfermo murió tras ser infectado en un quirófano del Puerta de Hierro. Tampoco se libran las clínicas privadas de los males del aspergillus. El sanatorio Nuestra Señora de la Paloma de Madrid, fue condenado en febrero de 1999 por una infección mortal en una paciente ocurrida en sus quirófanos un año antes.

Un microorganismo bautizado por un monje

Pietro Antonio Micheli, un monje italiano estudioso de la biología, fue el primer hombre en catalogar en 1729 al aspergillus,

un género de hongos microscópicos cuyo tamaño seguiría creciendo con posteriores investigaciones hasta llegar a unas 200 especies. Su principal característica, a diferencia de las levaduras (seres unicelulares), es la capacidad de crear largos filamentos. Estos filamentos son los que liberan las esporas por las que se propaga. Sólo una veintena de especies de aspergillus causa daños a las personas.La que está provocando el brote en Alcalá de Henares es el aspergillus fumigatis.

Micheli bautizó a estos hongos al verlos por el microscopio y creer que sus filamentos formaban una imagen parecida a un hisopo (aspergillum, en latín).Las distintas especies de aspergillus

se encuentran en todo el planeta. El hongo es, por ejemplo, uno de las habituales responsables del moho que aparece sobre el pan, las patatas o las uvas pasadas. Igualmente, está presente en multitud de árboles y en las macetas de plantas domésticas.El aspergillus

también es utilizado en la fermentación de algunas bebidas alcohólicas, como el sake japonés, y la producción de sustancias usadas por la industria alimentaria como el ácido cítrico.Los efectos beneficiosos del hongo se tornan, sin embargo, en mortales en cuando acceden al interior de los hospitales. En los quirófanos, el hongo es especialmente letal, ya que accede al interior del abdomen y allí infecta a los órganos vitales. Otro peligro, como en Alcalá, es cuando llega a los pulmones de personas inmunodeprimidas, dónde causa neumonías a menudo mortales. En estos casos, el hongo puede acceder al torrente sanguíneo y afectar a otros órganos.

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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