Una exposición escorada hacia el PP
El Ayuntamiento de Salamanca organiza una muestra sobre el Archivo que indigna al PSOE y a represaliados del franquismo
"Nada pudo frenar a los nacionalistas en sus pretensiones de desmantelar el Archivo porque aprovecharon la debilidad del Gobierno de la Nación". La frase no está extraída de un mitin, sino de uno de los textos de la exposición organizada por el Ayuntamiento de Salamanca sobre los documentos del Archivo de la Guerra Civil que fueron enviados a Cataluña en enero de 2006. La muestra, ubicada en la sala de Santo Domingo de la Cruz, en el centro histórico de la ciudad, se dedica a atizar a diestro y siniestro al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero y a los socialistas salmantinos. El PSOE queda señalado como responsable de un "expolio" ejecutado con tal de contentar a los socios catalanes del Ejecutivo. Al alcalde, Julián Lanzarote, y a su partido, el PP, se les retrata como defensores incansables de la unidad del archivo.
Los contenidos de la exposición, de entrada gratuita, han motivado protestas del PSOE, pero también del colectivo Salamanca Memoria y Justicia, que agrupa a más de 100 historiadores y familiares de víctimas del franquismo. Sobre todo porque en uno de los textos expuestos se afirma que la primera función del archivo fue "servir de propaganda contra el enemigo", esto es, contra el Ejército republicano. Miguel Lirio, miembro de la asociación y nieto de represaliado lamenta que el ayuntamiento invierta dinero público en una actividad "que, aparte de no tener ninguna finalidad cultural ni histórica, ni rigor científico, hace apología del franquismo".
La exposición, que lleva dos meses abierta y que se clausurará el próximo 25 de marzo, recorre cronológicamente la historia de la devolución de los papeles incautados a las instituciones catalanas mostrando documentos pertenecientes a sindicatos como UGT o CNT, para demostrar que no todos los legajos corresponden a la Generalitat. Los originales, cedidos temporalmente por el Gobierno catalán, van acompañados por las copias que se quedarán en Salamanca, para que el visitante perciba las diferencias entre el documento de verdad y el de pega.
Dos pantallas permiten escuchar las declaraciones de personajes conocidos sobre la polémica. En la primera, las "procedentes de distintos campos del saber", como las de Amando de Miguel, Pío Moa, Fernando García de Cortázar o César Vidal, se pronuncian a favor del Ayuntamiento. En la segunda se muestra el cambio de criterio de dirigentes socialistas como el ministro de Trabajo, el salmantino Jesús Caldera, que pasó de defender la unidad del archivo a acatar el traslado.
Quien no ha visto la muestra es el candidato socialista a la alcaldía, Fernando Pablos: "Ni la veré, porque es perder el tiempo. El documental oculta que Fraga fue el primero que pidió la entrega de estos documentos en los ochenta. Y no hace referencia a las cinco sentencias en contra del Ayuntamiento. Este vídeo debería haberlo sufragado la militancia del PP".
El portavoz del Ayuntamiento, Fernando Rodríguez, replica que la idea de montar la muestra nació de una plataforma ciudadana. "Sirve para mostrar que es falso que la unidad del archivo se mantenga dejando copias. Un archivo es una compilación de originales. ¿A quién se le ocurriría hacer un museo con copias de los cuadros?", se pregunta el concejal del PP.
Aparte del contenido, el candidato del PSOE critica que el gobierno local no aclare cuánto ha costado la exposición. El portavoz del PP asegura que lo desconoce, aunque tampoco lo considera relevante: "La defensa del patrimonio histórico español no tiene precio. Más dinero ha costado el desmantelamiento del archivo para entregárselo a los catalanes".
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