10 veces más agentes que antes del 11-M

Frente a la amenaza islamista, los servicios antiterroristas del Estado han multiplicado por 10 los efectivos dedicados a combatir el terrorismo internacional tras el mazazo que supusieron los atentados del 11-M. Hace tres años, la policía, la Guardia Civil y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) estaban volcados en la investigación contra ETA, una banda que constituía la mayor preocupación del Ministerio del Interior. ETA era la prioridad, y a combatirla estaban dedicados varios miles de agentes y muchos millones de euros. Entonces, apenas 150 funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) estaban especializados en la amenaza terrorista internacional. Hoy rondan la cifra de 1.500.

Antes de la matanza había tan sólo 150 funcionarios especializados

Antes del 11-M de 2004 sólo había 70 policías dedicados a combatir el terrorismo internacional, fundamentalmente el de carácter islamista. Hoy son más de 600, dado que Interior ha incrementado estas unidades con unos 450 funcionarios más desde la matanza de los trenes de cercanías en Madrid. La plantilla de la Guardia Civil ha sido aumentada con un número similar de efectivos, según explicó Joan Mesquida, director de ambos cuerpos, en una comparecencia parlamentaria del pasado noviembre.

Los especialistas de policía, Guardia Civil y Centro Nacional de Inteligencia habían ido detectando las sucesivas señales de alerta sobre la amenaza islamista ya antes del 11-M, según demuestran los diversos documentos que se han ido conociendo con ocasión del juicio a los implicados en la matanza de Madrid. Sin embargo, el Gobierno que presidía José María Aznar siguió sin darse cuenta del peligro real que suponía el terrorismo internacional.

Una pieza fundamental en las investigaciones son las escuchas telefónicas. Y dado que los islamistas hablan en árabe, son esenciales los traductores. Pues bien, Interior ha incrementado en 22 traductores la plantilla de la Guardia Civil y en 30 la del Cuerpo Nacional de Policía, según Mesquida.

La unidad de terrorismo internacional que trabaja en la sede central del (CNI) está formada por unas cien personas, lo que supone que la plantilla se ha multiplicado por ocho desde 2004. El despliegue en toda España lo forman unos 350, es decir, 10 veces más que los existentes hasta el 11-M. El centro de espionaje tiene 40 traductores de lenguas árabes o de países islámicos (el doble de los había hasta el año 2004).