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Reportaje:

En primera línea de fuego

España es objetivo "preferente" de Al Qaeda, según todos los informes policiales

José María Irujo

Los benditos ataques de Madrid" se han convertido en una referencia y un ejemplo a seguir para los yihadistas de todo el mundo. Con esa frialdad y crueldad se define la matanza del 11-M en miles de páginas de los grupos y subgrupos asociados a la inmensa telaraña en que se ha convertido Al Qaeda desde que Mohamed Atta y sus hombres derribaron las Torres Gemelas en Nueva York, en septiembre de 2001. Un monstruo que crece y planta nuevas raíces en Europa.

"Que Dios sea misericordioso con sus mártires y los acoja", escribió sobre los siete suicidas de Leganés Mustafá Setmarian, de 48 años, el fundador de las primeras células islamistas en España y consejero de Bin Laden, meses antes de su captura y entrega a la CIA en su refugio de Quetta (Pakistán). Alekema Lamari, Sarhane Abdelmajid, El Tunecino, Jamal Ahmidan, El Chino, y los otros suicidas protagonistas ausentes del juicio del 11-M aparecen en las webs yihadistas como "héroes" a los que hay que imitar y "vengar". "Nos preocupa la profusión y el aumento de estas citas en las que se presentan a estos terroristas como ejemplo para los demás", señala un experto en inteligencia.

Los comunicados de Al Qaeda son el peor de los presagios y en ocasiones han anunciado sus ataques
"Estamos peor que antes. Al Zawahiri nos cita en sus tres últimos comunicados", asegura un jefe antiterrorista.
En 'webs' yihadistas se presenta a los suicidas del 11-M como héroes a los que hay que vengar
"Somos los más beligerantes en perseguir a los salafistas, y eso nos sitúa en la línea roja"
Decenas de islamistas aguardan juicio en prisiones españolas por apoyar la 'yihad'
A la recuperación de Al Andalus, Bin Laden añade ahora las "ciudades ocupadas" de Ceuta y Melilla.
España es uno de los viveros de suicidas para Irak. Más de cien voluntarios se han unido a la insurgencia.
"Vigilamos a gente con un perfil, pero no podemos a todos. De paso ponemos una vela a la Virgen"
La coordinación aún es insuficiente y falta por informatizar todas las operaciones policiales
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¿Cuál es el grado de amenaza en España cuando se cumple el tercer aniversario del 11-M? ¿Estamos mejor o peor que antes de la matanza? ¿Hay más islamistas dispuestos a emular a los suicidas? Antes del juicio contra los 29 procesados por la matanza de Atocha, el Gobierno recabó informes a los servicios de inteligencia y el diagnóstico coincide. CNI, policía y Guardia Civil aseguran que seguimos siendo un objetivo "preferente". Y en todas las evaluaciones de amenaza aparece un mismo nombre, el del antiguo pediatra Ayman al Zawahiri, de 56 años, el dirigente de la Yihad Islámica egipcia, una de las 20 personas que se unieron en 1990 a Bin Laden y crearon Al Qaeda, cuando sólo era una red de datos en la que figuraban los nombres de los muyahidin que combatieron con los soviéticos en Afganistán. Según las manifestaciones de dirigentes de Al Qaeda interrogados por la CIA, Al Zawahiri es uno de los hombres que ejercen más influencia en el pensamiento político del terrorista saudí.

El principal responsable policial en terrorismo islamista en España es taxativo y no duda en su respuesta: "En líneas generales estamos peor. Al Qaeda, a través de Al Zawahiri, ha citado España como objetivo en sus tres últimos comunicados. Y eso es lo peor que nos podía ocurrir. No le puedo negar que nos inquieta". Su pronóstico se comparte en el ámbito judicial. "Seguimos amenazados. España está en primera línea de fuego. El riesgo no ha disminuido", dice Baltasar Garzón, el juez de la Audiencia Nacional que en los años noventa inició la persecución de las células del Grupo Islámico Armado (GIA) en el que entonces militaba el argelino y paranoico Lamari, un tipo solitario y virgen que odiaba a las mujeres y que nunca estrechó la mano de Mari, su casera en Tudela.

Los comunicados de Al Qaeda son el peor de los presagios y en ocasiones han anunciado sus ataques. En octubre de 2003, Bin Laden citó a España como objetivo por el apoyo del Gobierno de José María Aznar a la guerra de Irak, y cinco meses después volaron los cuatro trenes de Atocha. Ahora, tres años más tarde, el nombre de España vuelve a aparecer en los manifiestos del saudí, de su portavoz Ayman al Zawahiri y de sus seguidores en distintos puntos del planeta. Y surge con tanta profusión como las citas a "los benditos ataques de Madrid".

El 23 de mayo de 2006, desde un cibercafé en Argel, un tipo que firmó con el seudónimo de Nadim al Magreb entró en la página Alansar, uno de los foros más visitados de Al Qaeda, y escribió un comunicado en árabe en el que pedía "que se declare la guerra al Estado infiel español y liberar las ciudades ocupadas de Ceuta y Melilla". Su autor propuso crear "un grupo yihadista fuerte que no tenga como objetivo llevar a cabo una o dos operaciones, sino declarar una guerra a muy largo plazo. Espero que esta proposición sea aceptada por los hermanos muyahidin y aquellos deseosos de llevar a cabo la yihad en los países del norte de África". El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) cree que tras Nadim al Magreb se esconde un grupo terrorista del norte de África que en los últimos años ha emitido a través de Internet más de 400 comunicados.

La recuperación de los "santos lugares perdidos" y la instauración de un nuevo califato son el objetivo. Y ahí es donde aparece España junto a Palestina, Líbano, Eritrea, Somalia, Filipinas, Myanmar, Chad y Yemen, entre otros países. El pasado mes de julio, Al Zawahiri lo recordó en un comunicado en el que habló de una yihad "para liberar Palestina, toda Palestina, y todo territorio que fue musulmán, desde Al-Andalus hasta Irak".

Seis meses después, el pasado 20 de diciembre, ocurrió lo que los responsables de los servicios de inteligencia españoles temían desde hace años. Al Zawahiri, el fiel escudero de Bin Laden, recogió el guante ofrecido meses antes por Nadim al Magreb, el enigmático grupo que desde un cibercafé en Argel pidió recuperar "las ciudades ocupadas" de Ceuta y Melilla. A través de la televisión Al Yazira, Al Zawahiri hizo público un comunicado en el que citó por vez primera a Ceuta y Melilla. Al día siguiente, los analistas del CNI, policía y Guardia Civil alertaron al Gobierno. "La reivindicación de Ceuta y Melilla por el yihadismo internacional es un problema añadido para la seguridad de España", asegura un responsable de la lucha antiterrorista. El egipcio equiparó las dos ciudades españolas con Chechenia.

La última aparición del médico egipcio se produjo el pasado mes de febrero. Este hombre, que pasó de atender a niños en su confortable consulta de El Cairo a proclamar "el amor que los musulmanes deben profesar a la muerte", se refirió a los "leones" del Magreb, sus nuevos aliados en África, y suplicó a Dios que "os conceda el favor de pisar pronto con vuestros pies puros sobre el usurpado Al-Andalus". Antes de unirse a Bin Laden, al que conoció en Sudán, Al Zawahiri fue encarcelado y torturado en Egipto por su activismo como responsable de la Yihad Islámica Egipcia. Durante la guerra de los talibanes contra los soviéticos acudió varias veces con la Media Luna Roja a Peshawar para atender a los combatientes heridos y trabajó en distintos hospitales. Se refugió en Pakistán en 1985 y ya entonces daba sermones y pláticas en algunas mezquitas. En sus discursos aseguraba que el suicidio de los muyahidin era la mejor forma de acercarse a Dios.

Los yihadistas parecen obsesionados con España no sólo por recuperar Al-Andalus y Ceuta y Melilla, sino porque este país se ha convertido en un escenario beligerante para su causa. Las operaciones policiales y la actividad judicial contra las células salafistas son, probablemente, las más intensas de Europa.

El juez Garzón lo explica así: "España es de los países en primera línea de fuego, junto a Francia. Somos los más beligerantes en la persecución a los militantes del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), nuevo aliado de Al Qaeda en África, y eso nos sitúa en primera línea de fuego, en la línea roja. La beligerancia siempre supone un riesgo".

El GSPC, al que Bin Laden financia desde hace años, es el grupo terrorista argelino que más veces cita en sus comunicados "los benditos ataques de Madrid", "aunque sin reivindicarlos nunca", puntualiza un analista de inteligencia. A sus filas se están uniendo no sólo argelinos, sino marroquíes, libios, mauritanos y malienses. De su militancia se nutre buena parte de los suicidas de la insurgencia iraquí. "Después de Argelia y Marruecos somos los primeros de su lista. No olvide que aquí y en Francia tenemos la mayor colonia argelina", augura un especialista de la policía.

La estadística demuestra la beligerancia española. Desde 2001 se ha detenido a más de 300 personas, y las condenas se suceden. Además de los miembros de la célula de Imad Eddin Barakat, Abu Dahdah, han sido condenados los salafistas del denominado comando Dixan, también un paquistaní y un español que financiaron el ataque de Al Qaeda contra una sinagoga en Túnez el 11 de abril de 2002, y Ahmed Ibrahim, un argelino de 60 años que difundía fetuas violentas a través de Internet desde su casa en Palma de Mallorca.

Decenas de islamistas esperan en las cárceles próximos juicios por financiación de la yihad, reclutamiento y adoctrinamiento. Y el juicio del 11-M supone otro foco de atención, aunque su repercusión internacional está siendo menor de la esperada. Un informe de la Guardia Civil remitido al Gobierno llega a esa conclusión. "A la propaganda neosalafista no le interesa difundir la imagen de 29 procesados", explica un jefe policial.

No obstante, la última evaluación de amenaza remitida al Gobierno por la Comisaría General de Información de la policía asegura que el riesgo es mayor durante la celebración del juicio por los recientes comunicados de Al Zawahiri, por la expansión del GSPC al Sahel, la franja desértica que va desde Mauritania hasta Níger, donde ha instalado campos de adiestramiento, y por la presencia de las tropas españolas en Afganistán y Líbano, entre otras razones. "La amenaza se extiende también a nuestros turistas en diversos países árabes y a los intereses españoles en el extranjero", añade el responsable policial de la lucha antiterrorista.

Para la UCE 2 de la Guardia Civil, el grupo dedicado a perseguir el terrorismo internacional, el nivel de amenaza no ha bajado. "Sigue siendo alto, tanto como para seguir estando preocupados. El problema no es que se nos escape una célula determinada que planifique y organice un ataque, sino que gente individual decida un atentado suicida. Hoy, a través de Internet, es muy fácil confeccionar una bomba. Eso sí que es incontrolable. Contra ese segundo supuesto no podemos hacer nada. Vigilamos a gente con un perfil determinado, pero no podemos vigilar a todos. De paso ponemos una vela a la Virgen". "Trabajamos en prevención y en conseguir la mayor información posible", señala el jefe policial.

Baltasar Garzón, que en diciembre ordenó la detención de varios jóvenes ceutíes que planificaban atentados en esa ciudad, explica la situación actual así: "Después de todas las detenciones que se han llevado a cabo, podríamos decir que las células están en fase de reclutamiento, adoctrinamiento y proselitismo. Están en una fase de desarrollo incipiente. No hay una concreción en objetivos determinados y específicos".

Al Zawahiri y tipos como Mohamed Atef, otro de los muyahidin egipcios que más han influido en Bin Laden hasta que murió en los bombardeos de Kabul en 2001, llevan 20 años induciendo al suicidio a miles de yihadistas en todo el planeta. "El amor a morir aniquilará el imperio maligno de América", declaró el doctor hace años. Un "martirio" que según ellos conduce a Dios. Una doctrina que ha encontrado en España un excelente vivero.

Abdesalam Hssisni, de 73 años, antiguo patrón de pesca retirado en Sant Boi de Llobregat, localidad próxima a Barcelona, y Ahmed Afallah, de 50, albañil en Leganés (Madrid), no se conocen, pero ambos están unidos por la misma tragedia. Sus hijos, seguidores de la doctrina salafista del pediatra, se han suicidado en Irak. Los dos padres recibieron una llamada de despedida. Un trámite por el que pasan todos los suicidas: "Padre, estoy en Irak, perdóname". Afallah era uno de los presuntos autores del 11-M. "Me tortura pensar a cuánta gente ha podido matar mi propio hijo. ¿Sabe usted si podré recuperar sus restos?", pregunta Ahmed, un hombre que nunca imaginó que esto podría pasarle a su familia.

Los servicios de inteligencia no saben cuántos tipos como el argelino Belgacem Bellim, de 31 años, que trabajaba en una carnicería en Vilanova i la Geltrú antes de lanzarse en 2003 al volante de un camión bomba contra la base italiana de Nasiriya y asesinar a 28 personas, han muerto en Irak. Las estimaciones más prudentes hablan de un centenar de personas, entre los que han logrado unirse a la insurgencia y los yihadistas frustrados que han regresado a España. El argelino Mbar El Jaafari, profesor de taekwondo vinculado al GSPC y detenido recientemente, envió desde Reus (Tarragona) a 30 muyahidin a Irak y al Sahel. Se sospecha que Daoud Ouhnane, uno de los huidos y presuntos autores materiales del 11-M, ha tomado "el camino hacia Dios" del que habla Al Zawahiri.

Algunos veteranos de Irak ya han regresado a España y lo han hecho formados como terroristas. Según los informes de Europol y de los servicios de inteligencia europeos, los que han vuelto representan el mayor peligro para este continente que ya ha sufrido dos ataques en Madrid y Londres . "Vienen con órdenes de atacar aquí y no podemos detenerlos porque en ocasiones la información es de inteligencia y no tiene valor judicial", se queja un responsable policial.

La falta de medios antes del 11-M se ha corregido, pero la coordinación, entonces inexistente, es todavía deficiente, pese a la creación del Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista. "Funciona bien, pero todavía falta por informatizar los datos de todas las operaciones policiales", reconoce un mando.

Según Garzón, "queda mucho camino por recorrer y es básico para combatir a estos grupos". El juez destaca la importancia de la "microfinanciación" en las redes españolas de Al Qaeda y asegura que no hay coordinación suficiente entre la policía judicial y las autonómicas. "La delincuencia común y el crimen organizado forman parte de estas redes y ahí hay mucho que hacer". El jefe policial de la lucha contra el terrorismo islamista añade: "La coordinación tiene que pasar por nuestras propias unidades, desde las más bajas a las más altas, para que no haya fugas de información".

El 11-M fue un claro ejemplo de fallos encadenados, falta de previsión y coordinación. Un cúmulo de errores que condujeron a lo que Al Zahawiri y sus acólitos llaman ahora "los benditos ataques de Madrid".

Al Zawahiri, lugarteniente de Bin Laden, en una arenga a favor de la guerra santa, incluida en un vídeo difundido por la cadena de televisión Al Yazira.
Al Zawahiri, lugarteniente de Bin Laden, en una arenga a favor de la guerra santa, incluida en un vídeo difundido por la cadena de televisión Al Yazira.AP
Restos de un vagón de cercanías destruido en la estación de Atocha por una de las bombas del 11 de marzo de 2004.
Restos de un vagón de cercanías destruido en la estación de Atocha por una de las bombas del 11 de marzo de 2004.LUIS MAGÁN
Soldados del contingente español en Afganistán participan en un simulacro de evacuación de heridos en Herat.
Soldados del contingente español en Afganistán participan en un simulacro de evacuación de heridos en Herat.EFE

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Sobre la firma

José María Irujo
Es jefe de Investigación. Especialista en terrorismo de ETA y yihadista, trabajó en El Globo, Cambio 16 y Diario 16. Por sus investigaciones, especialmente el caso Roldán, ha recibido numerosos premios, entre ellos el Ortega y Gasset y el Premio Internacional Rey de España. Ha publicado cinco libros, el último "El Agujero", sobre el 11-M.

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