CiU fuerza un pleno monográfico sobre el desarrollo del Estatuto
CiU volvió a hacer gala ayer de su condición de primera fuerza en el Parlament y comenzó los trámites para forzar un pleno monográfico sobre el desarrollo del Estatuto. En él intentará poner en evidencia que el Gobierno catalán ha renunciado a imponer su propio ritmo al despliegue estatutario.
Todavía dolidos por haberse quedado fuera de las comisiones Estado-Generalitat de desarrollo estatutario, los nacionalistas intentarán aprobar una resolución en el sentido de que sea el Parlament quien marque "el ritmo" para que se cumpla lo previsto en la carta autonómica. Lo avanzó ayer el portavoz de CiU en el Parlament, Felip Puig, quien dijo que Artur Mas exigirá al presidente, José Montilla, un calendario y medidas concretas para desarrollar el texto.
Para forzar la convocatoria, CiU se amparó en el reglamento de la cámara, que prevé que puedan celebrarse plenos extraordinarios si así lo piden el 25% de los diputados. El debate todavía no tiene fecha, pues la solicitud de CiU debe pasar ahora por la junta de portavoces y por el despacho del presidente, Ernest Benach. Con todo, no se espera que pueda celebrarse antes de finales de abril. La proximidad de las elecciones municipales añade aún más incógnitas sobre la fecha, aunque Esquerra Republicana dijo ayer que este motivo no le condiciona y que está preparada para celebrar el debate "cuanto antes".
Ayer también fue día de cierta resaca tras la conferencia de Montilla en motivo de los 100 días de su gobierno. Como era de esperar, el discurso gustó a los tres grupos parlamentarios que apoyan el Gobierno y duramente criticado por la oposición.
Discurso cuestionado
El portavoz del grupo parlamentario de ERC, Joan Ridao, destacó que Montilla se erigiera en firme defensor de la validez del texto y de sus principios al margen de las consideraciones que pueda hacer el Tribunal Constitucional. Convergència i Unió, en cambio, no vio esta firmeza por ninguna parte.
Según Felip Puig, "nunca se había producido un precipicio tan grande entre las palabras y los hechos, y nunca se habían roto tanto los compromisos expresados ante el país". Puso como ejemplo el hecho de que el Gobierno catalán renunciara a recurrir la ley de la dependencia, el proyecto social estrella de José Luis Rodríguez Zapatero, pese a su "flagrante invasión de competencias de la Generalitat". "A los dirigentes de este Gobierno -ha dicho- se les debería caer la cara de vergüenza", remachó.
En cambio, la portavoz adjunta del grupo socialista, Carme Figueras, destacó los compromisos "concretos" que asumió Montilla y destacó la vigencia del decálogo de prioridades que estableció el presidente con la seguridad, la educación y la inmigración como ejes fundamentales.
