La penúltima baza de Tony Blair
Aunque no se presenta a las elecciones de Irlanda del Norte, Tony Blair es uno de los políticos que más se juega en ellas. El primer ministro británico necesita que se restablezca la autonomía en la provincia no sólo porque significaría, al menos simbólicamente, el final del conflicto del Ulster sino porque ése empieza a ser uno de los pocos aspectos inequívocamente positivos de su legado.
Aunque el unionismo moderado le ha acusado de ser el verdadero responsable del colapso de las instituciones autónomas, por sus constantes concesiones a los republicanos del Sinn Fein desde que se firmaron los Acuerdos de Viernes Santo de 1998, la paz en Irlanda del Norte ha sido uno de los grandes logros de Tony Blair como primer ministro.
Para Blair, que se espera que en mayo próximo, al cumplirse 10 años de su llegada a Downing Street, anuncie que dejará efectivamente el cargo de primer ministro, se ha convertido en una cuestión esencial que el reverendo Ian Paisley acepte formar Gobierno con el Sinn Fein de Gerry Adams.
Por eso ha puesto como fecha límite el próximo 26 de marzo: si para entonces no hay Ejecutivo autónomo, la autonomía quedará en suspenso de forma indefinida, y esta vez los miembros de la Asamblea de Stormont [sede del Parlamento autónomo] no recibirán ningún salario. Pero a Paisley no le gusta que le metan prisa, y además no le tiene al primer ministro ninguna simpatía, por lo que jamás incluirá la situación personal de Blair entre las consideraciones a tener en cuenta al decidirse.
La mayoría de comentaristas opina que el reverendo Paisley quiere formar Gobierno, pero no está absolutamente decidido a hacerlo ahora. Las encuestas señalan que sólo la mitad de los norirlandeses cree que tras las elecciones de ayer habrá un Ejecutivo compartido. Y casi el 65% cree que, si lo llega a haber, las relaciones entre Paisley y el que está destinado a ser su segundo, el republicano Martin McGuinness, serán incapaces de trabajar juntos.
Cartera de Finanzas
Los que creen que habrá Gobierno subrayan que Ian Paisley ya ha dicho públicamente que su partido elegirá como primera cartera la de Finanzas. Una indicación, aseguran, de que el Partido de los Unionistas Democráticos (DUP) está ya pensando en el Ejecutivo.
Uno de los aspectos clave será la magnitud de la victoria del DUP sobre los unionistas moderados del UUP (Partido de los Unionistas del Ulster). Pero también puede tener un peso el comportamiento del UKUP, un partido unionista radical que se opone virulentamente a compartir Gobierno con el Sinn Fein y que obtuvo un escaño en 2003. Ahora se presenta en seis circunscripciones en las que presenta a 13 candidatos. En realidad son muchos menos porque su líder, Robert McCartney, se presenta al mismo tiempo en todas ellas. Algo perfectamente legal en Irlanda del Norte, por asombroso que parezca.
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