La ciudad de Alicante concentra el 40% del parque de viviendas vacías
Un experto aboga por sacarlas al mercado en régimen de alquiler para bajar los precios
Una de las dificultades para acceder a una vivienda en Alicante radica en la gran cantidad de pisos vacíos. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) con 173.892 casas vacías, que no significa segundas residencias, la ciudad de Alicante concentra el 40% de todas las viviendas vacías que existen en la Comunidad Valenciana. El sociólogo, Carlos Gómez Gil, ofrecerá este dato hoy durante la presentación del primer informe sobre La crisis de la cohesión social de Alicante en el que advierte sobre las crecientes diferencias sociales entre el centro y la periferia.
Los debates de la Semana de la Ciudad, que organiza la Plataforma de Iniciativas Ciudadanas (PIC) abordarán esta tarde un tema de máxima preocupación: el acceso a la vivienda. El profesor de la Universidad de Alicante, Carlos Gómez Gil, ha elaborado un primer informe sobre las causas y consecuencias de la crisis de la cohesión social en esta ciudad. En su análisis advierte de que un urbanismo "en manos de una nueva aristocracia económica genera poderosas disfunciones y desequilibrios sociales", y recuerda cómo las familias que necesitan una vivienda en propiedad se hipotecan de por vida, trasladan su residencia a la periferia y se desvinculan de la ciudad. Pero en paralelo, las personas con empleos precarios, jóvenes, separados, familias monoparentales o inmigrantes recién llegados necesitan "alojamientos económicos dignos, viviendas en alquiler y rehabilitación" que permitan, según Gómez Gil, "una convivencia en el casco urbano y el aumento de la cohesión social". Se crea una brecha entre estas dos realidades que generan "bolsas de precariedad y vulnerabilidad social en una ciudad más dual, más segregada, más segmentada en función de la vivienda que se ocupa o se puede ocupar", apunta el experto. Los datos de este primer informe son contundentes: el 39% de las viviendas vacías que existen en la Comunidad Valenciana, un total de 173.892, están en Alicante. "Simplemente con sacar al mercado y poner en alquiler un 5% de éstas, se podría disponer de forma inmediata de 8.694 viviendas, sin necesidad de acometer planes urbanísticos que requieren muchos y cuantiosos recursos para materializarse", explica Gómez Gil.
El informe constata otro dato importante como es el deterioro del parque de viviendas. Según estadísticas oficiales mientras en la Comunidad Valenciana un 10% de las casas están en mal estado, en Alicante este porcentaje se dispara hasta el 22% por lo que son "necesarias y urgentes" políticas de rehabilitación. La radiografía social que vislumbra Carlos Gómez Gil es dual. Por un lado, unos barrios tradicionales habitados por gente trabajadora y recién llegados, carentes de infraestructuras y equipamientos y en los que sus habitantes acumulan un creciente malestar urbano. Y en la periferia están los nuevos barrios con equipamientos y servicios. "Se está produciendo una sustitución de la convivencia y la cohesión de los barrios tradicionales por la despersonalización y la incomunicación en las nuevas zonas periféricas", reconoce el autor del informe para quien esta nueva realidad está teniendo como consecuencia el debilitamiento de la ciudadanía, con una "ausencia de participación".
El informe concluye con una batería de propuestas concretas que pretenden poner freno a esta situación. Entre éstas aboga por un "nuevo urbanismo que apueste por la cohesión social" con programas ambiciosos de rehabilitación de viviendas para frenar el deterioro que padecen barrios como el centro, San Antón, Pla o Carolinas. Los inmigrantes "no pueden quedar excluidos de este nuevo escenario por su condición de no personas en permanente situación de precariedad social, jurídica y económica" por lo son necesarias políticas sociales de integración.
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