Eulen, AENA y la diosa Atenea
Como seguramente le será conocido, el grupo empresarial Eulen, tiene como imagen de marca una antigua moneda griega en la que puede verse una lechuza, símbolo de Atenea, diosa de la sabiduría, entre otras atribuciones. A pesar de hallarse bajo tan buenos auspicios, hace poco que han demostrado notoria estulticia, rindiendo pobres honores a su diosa patrona.
El 16 de enero les fue adjudicado mediante concurso público por AENA el servicio de información y atención al público en el Aeropuerto de Alicante. Lo que en un principio fueron hermosas promesas (contrato indefinido, reconocimiento de los idiomas hablados, etc.) acabaron revelándose como palabras huecas para los que allí trabajábamos. Hasta el 14 de febrero no se presentaron ante los trabajadores, asegurando que la mayoría seguirían trabajando.
Pero no fue hasta el 27 de febrero, apenas 36 horas antes de que entrara en vigor su contrata, que nos confirmaron la continuidad o, como en mi caso, el rechazo. Para lo que adujeron la peregrina explicación -tan utilizada- de "no das el perfil".
¿Cómo es posible que alguien que lleva años ejerciendo de informador en el mismo aeropuerto y que domina cuatro idiomas o más no dé el perfil? Según las exigencias de AENA, un informador del aeropuerto debería poder hablar correctamente valenciano, castellano, inglés, alemán y francés. ¿Cómo puede consentir AENA que personas válidas y capacitadas acaben en la calle, sustituidas por personas con conocimientos de idiomas mucho más limitados?
Sólo se me ocurre una respuesta: tanto a AENA como a Eulen les importa bien poco la profesionalidad sino más bien el beneficio económico. Por eso propongo la sustitución de la lechuza de Atenea por el caduceo de Hermes, dios del comercio y la mentira, entre otras cosas.
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