Britania mejora sus cuentas
El Reino Unido logra situar su deuda por debajo del 3% al finalizar 2006
La economía británica ha logrado situarse en la media de crecimiento de la Unión Europea, recuperándose de la ralentización registrada en 2005. El principal motor ha sido el consumo interno, un indicador que ha ido acompañado del control de las cuentas públicas y la reducción del desempleo. No obstante, el déficit comercial sigue siendo uno de los más altos de la UE.
El paro ha caído en 23.000 personas entre octubre y diciembre de 2006, hasta 1,69 millones de personas, el 5,5% de la población activa
El producto interior bruto británico creció un 2,7% durante el año pasado, en la media europea, y superando el 1,9% registrado en 2005
El PIB británico creció un 2,7% durante el año pasado, en la media del crecimiento europeo y superando el 1,9% registrado en 2005. La economía se elevó un 0,8% en el cuarto trimestre, después de haber registrado incrementos del 0,7% durante los cuatro trimestres anteriores. El consumo de los hogares impulsó durante los últimos tres meses de 2006 el crecimiento trimestral más alto en los últimos dos años y medio.
El gasto de las familias creció un 2,6% interanual durante el último trimestre del año pasado, cuando el alza fue del 2,2%. Estos datos significan que los consumidores británicos siguen confiando en su economía a pesar de que las tasas de interés del país -situadas en un 5,25%- superan los tipos de Estados Unidos, la eurozona y Japón. La demanda doméstica total creció un 2,7% en 2005, según la OCDE, y se espera que se eleve hasta el 2,6% este año.
Reformas sociales
El gasto privado se ha visto impulsado por la reducción en los niveles de paro. Las autoridades británicas han apostado por reformas sociales que han permitido abaratar los costes del empleo, lo que mantiene al Reino Unido como uno de los países con las tasas de paro más bajas de la Unión Europea. El índice de desempleo cayó en 23.000 personas entre octubre y diciembre de 2006 hasta 1,69 millones de personas, un 5,5% de la población activa.
Los elevados niveles de consumo son beneficiosos para el crecimiento británico aunque, según algunos analistas, estarían empujando al alza los niveles de inflación. Los precios crecieron un 3% en diciembre, el nivel más alto en 10 años y muy superior al 2% establecido como meta por el Banco de Inglaterra. En enero, los precios crecieron un 2,7%, una ralentización que, sin embargo, no podría impedir que el instituto emisor suba nuevamente los tipos de interés en su próxima reunión.
Del mismo modo, el crecimiento del PIB se ha visto acompañado por la mejora en las cuentas públicas. Desde 2004, el Reino Unido vulnera el Pacto de Estabilidad, que cifra el déficit público permitido en un máximo del 3% del PIB. Durante el año financiero que acabó en 2005, el desequilibrio fiscal representó el 3,2% del PIB, para subir hasta el 3,4% durante el año fiscal que finalizó en 2006. En noviembre del año pasado, la Comisión Europea conminó a Londres a que hiciese todos los esfuerzos para la consolidación fiscal.
Déficit público
Hace unas semanas y después de los primeros ajustes, el Ejecutivo comunitario pronosticó que el país será capaz de situarse por debajo del umbral del 3% de déficit al término del año financiero 2006/2007. No obstante, el comisario de Economía comunitario, el español Joaquín Almunia, advirtió al ministro británico de Finanzas, Gordon Brown, que hiciese todo lo necesario para mantener el orden fiscal en el mediano y largo plazo.
Adicionalmente, el país británico mantiene uno de los déficit comerciales más altos de la Unión Europea. La balanza comercial del Reino Unido ha pasado de 6.600 millones de libras hasta los 7.200 millones en diciembre del año pasado, su cifra más alta en los últimos seis meses. El principal causante ha sido el fuerte incremento de las importaciones, que han crecido un 0,2%, y la caída de las exportaciones fuera de la Unión Europea. En total, los envíos al exterior han descendido un 1,2% en este periodo.
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