Las fuerzas de seguridad iraquíes matan a 39 insurgentes en una operación antiterrorista

Una operación de las tropas iraquíes contra la insurgencia que comenzó el viernes en la ciudad de Ramadi, capital de la conflictiva provincia de Al Anbar, en el oeste del país, se cerró ayer con la muerte de 39 presuntos terroristas y la detención de otros 35, según anunciaron fuentes del Ministerio de Defensa. Otros seis sospechosos fueron detenidos en otras zonas del país.

Ramadi, ciudad en la que se desarrolló la operación, fue ayer también golpeada por un atentado suicida en el que perdieron la vida 12 personas, entre ellos un niño y tres policías. El coche bomba, lanzado contra un control policial, causó también 22 heridos, según informaron fuentes de la policía iraquí.

Por otra parte, tres soldados estadounidenses perdieron la vida en el centro de Bagdad a causa de la explosión de una bomba que reventó su vehículo. Las víctimas elevan a 3.172 el número de soldados estadounidenses fallecidos en Irak.

El Ejército estadounidense informó además ayer de que su fuerza aérea bombardeó un lugar donde se esconden presuntos miembros de la rama iraquí de la organización terrorista Al Qaeda, en la zona de Al Tayi, 60 kilómetros al norte de Bagdad. "Las tropas de la coalición (encabezada por EE UU) creen que terroristas importantes perdieron la vida en ese ataque aéreo", destacó un comunicado oficial de las fuerzas estadounidenses.

La nota explica que la operación tenía como objetivo a los miembros de Al Qaeda que amenazan los helicópteros estadounidenses en esa área. Los insurgentes han abatido ocho helicópteros desde el día 20 de enero, matando a 28 personas. Seis de ellos eran del Ejército, dos de compañías privadas.

En el sur de Bagdad se produjeron diferentes episodios de violencia: seis personas de una misma familia suní fueron asesinadas en la ciudad de Yusufiya. Las víctimas habían recibido amenazas tras participar en una conferencia de reconciliación con los chiíes de la zona.