El sueño imposible de Alperi
El alcalde de Alicante presenta por tercera vez un proyecto de centro de congresos
Una gran plataforma verde que llegará hasta el mar en una ciudad que lo mira de cara. Una iniciativa que pretende devolver a Alicante uno de los cerros que la protegen, y rehabilitar la fachada de la Serra Grossa, donde existen vestigios de la existencia de un yacimiento desde la Edad de Bronce y en la que la actividad humana ha dejado visibles cicatrices. A mediados de esta semana se presentó con luces y taquígrafos el que será el tercer anteproyecto de centro de congresos para Alicante, ubicado en el barrio de la Sangueta y que se empezará a construir en 2008. Los dos anteriores se proyectaron sobre el monte Benacantil y se convirtieron en un dolor de cabeza para el desde hace 12 años alcalde de la ciudad, Luis Díaz Alperi, del PP, que vio definitivamente frenadas sus intenciones en los tribunales.Alperi se enfrenta a su tercera tentativa para materializar su primera y hasta ahora quimérica baza electoral.
Salvador Pérez Arroyo diseña junto al equipo de José María Ezquiaga un centro de congresos en Sangueta recubierto por una "piel dorada"
La iniciativa cuenta con un aplauso generalizado inédito en Alicante, aunque los socialistas se preguntan de dónde saldrá el dinero para pagarlo
Lamentaba recientemente el empresario de la construcción Manuel Peláez que "no se puede consentir" que Alicante no tenga un palacio de congresos. "Hemos pasado de estar en los primeros lugares en los congresos en los años 70 a estar en el número 34", añadía. Alicante es, de hecho, la única de las tres capitales valencianas que carece de esta dotación pública en un momento, además, en el que el turismo de reuniones es un valor en alza al atraer a un tipo de visitantes con capacidad de gasto.
La construcción de un centro de congresos público es uno de los debates más amargos para Alicante. En 1998, el equipo de Alperi proyectó el recinto en la ladera del monte de Benacantil, conjunto histórico-artístico de la ciudad ubicado a las faldas del castillo de Santa Bárbara, declarado Bien de Interés Cultural. La iniciativa dividió a los ciudadanos y provocó una fuerte reacción de rechazo, a partir de la premisa de que el volumen del edificio proyectado era incompatible con la conservación del monte, que acabó en los tribunales. Tras cuatro años de batalla judicial, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJ) prohibió la construcción del palacio en el Benacantil. Fue en 2005.
Alperi optó por buscar un emplazamiento alternativo en un trabajo para el que buscó la colaboración del PSPV. A la decisión de ubicar este centro de reuniones en la Sangueta le siguió la búsqueda de un arquitecto que redactara el proyecto. La criba se resolvió a favor de Salvador Pérez Arroyo, un profesional "de renombre" y "capaz de consensuar" la construcción del centro con la actuación urbanística prevista en el barrio, destaca Manuel de Barros, portavoz socialista en el Consistorio. Pérez Arroyo es autor, entre otros del Coliseo de A Coruña, del Palacio de Deportes de Gijón, del Planetario de Madrid, y entre sus actividades actuales, está restaurando la Basílica de Andrea Palladiu de Vicenza, la obra más importante del Renacimiento del norte de Italia.
El anteproyecto para Alicante se presentó esta semana en presencia de Francisco Camps, que no desaprovecha ninguna ocasión para desplazarse a mimar su plaza más complicada. "El centro de congresos cura la herida de la cantera", defiende Pérez Arroyo. El arquitecto, que ha trabajado con el equipo del urbanista José María Ezquiaga -Premio Nacional de Urbanismo Plan Territorial Insular de Menorca- ha desarrollado un complejo coronado por una "montaña dorada". Bajo una piel metálica y de vidrio "para reflejar la energía solar y aislar del calor", explica Pérez Arroyo, se construirán los módulos comunicados entre sí y las dependencias de un centro que tendrá capacidad para 3.500 personas. Un centro de dirección en altura, un pequeño hotel y un restaurante completan la instalación. Y la cantera que acariciará el proyecto, además, se convertirá en un gran jardín de interior. El plan del barrio de la Sangueta prevé también la construcción de un gran hotel y de bloques de viviendas. La actuación afectará a 200 casas, cuyos propietarios serán realojados. La propuesta crea un espacio verde y peatonal que llegará hasta el mar con la intención de crear un nuevo perfil marino, colaborar en completar un paisaje y convertir este espacio en habitable.
El centro de congresos es un proyecto urbanístico que reniega de un carácter estrictamente arquitectónico ya que, al igual que las restantes manifestaciones artísticas, "ha roto casi todas las barreras" y, al tiempo que disfruta de un alto nivel tecnológico, apuesta por integrarse en el paisaje, subraya Pérez Arroyo.
La iniciativa cuenta con un aplauso generalizado inédito en la ciudad. De Barros, de hecho, valora el proyecto y lo considera "un icono que marca un estilo diferente en Alicante". Al portavoz socialista, ahora, sólo le preocupa de dónde saldrán los 40 millones de euros de inversión que se precisa y que la Generalitat se ha comprometido a aportar. También espera que el puerto de Alicante ceda los terrenos que tiene en propiedad en ese litoral.
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