El consumo de alcohol por menores

Como española siento vergüenza de nuestros políticos, y lo digo en plural porque me dan igual los políticos de "izquierdas" que los de "derechas". Me refiero a la "ley de prevención del consumo de alcohol por menores", que es como realmente se llamaba, no "ley del vino" ni "ley del alcohol" como algunos medios de comunicación se han empeñado en llamarla.

Digo que me avergüenzo de nuestros políticos porque en ambos casos han primado las presiones de grandes grupos económicos sobre el bien común, en este caso de los jóvenes. Ha primado el voto de un colectivo que vota (industrias vinateras y alcoholeras) sobre el estado de salud de un colectivo que aún no vota (menores), y a los que habría que proteger sobre todo. Dentro de unos años nos gobernarán estos jóvenes, y me da miedo pensar cómo estarán esas mentes para dirigirnos cuando tengan 30 años, después de 15 años de botellón.

Todos los organismos internacionales (OMS, NIAAA, Plan Nacional sobre Drogas, etcétera) han alertado del peligro del consumo de alcohol por menores, sobre todo el consumo excesivo de fin de semana "binge drinke" o "atracones", de la afectación que produce a nivel neurológico en cerebros que no han madurado totalmente y todos ellos han llegado a una conclusión y a una frase: "Límite seguro de consumo de alcohol en menores de 18 años, cero".

Sin embargo, en España retiramos una ley de prevención haciendo creer a nuestros jóvenes y a sus padres que el alcohol no es malo, que el vino no tiene alcohol (cuando un conductor tenga una alcoholemia positiva que le diga al guardia civil: imposible, sólo he tomado vino y el vino no es bebida alcohólica). La percepción de riesgo del consumo de alcohol en las últimas encuestas del Plan Nacional sobre Drogas había disminuido; con la retirada de la ley supongo que disminuirá aún más. Quiero recordar a nuestros políticos que las principales causas de muerte en la población de 15 a 29 años están relacionadas con el alcohol (accidentes de tráfico, agresiones, suicidios, homicidios, etcétera).

Como ya han señalado las principales sociedades médicas, asociaciones de consumidores, de padres, etcétera, nuestros políticos no han sabido proteger la salud de nuestros menores y cuidar de sus futuras generaciones. Y, por cierto, el vino y la cerveza son bebidas alcohólicas.