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Sanidad acusa a una clínica autorizada de eliminar mal los residuos de abortos

La Consejería ha inspeccionado y avalado en los últimos años el centro Isadora

Oriol Güell

La Consejería de Sanidad acusa en un comunicado (difundido a raíz de una investigación de la Guardia Civil) a la clínica Isadora, autorizada para realizar interrupciones voluntarias del embarazo, de incumplir la normativa de gestión de residuos y mezclar restos orgánicos (tejidos procedentes de abortos) e inorgánicos (material quirúrgico usado en las intervenciones). Sanidad, sin embargo, ha inspeccionado y aprobado la actuación de la clínica en numerosas ocasiones en los últimos años, la última en enero de 2006. La clínica Isadora sufrió una grave agresión el pasado 28 de diciembre, cuando amaneció con los cristales rotos con adoquines y pintadas de "asesinos".

El comunicado de la Consejería de Sanidad no ha gustado nada a los responsables de la clínica, que lo tachan de "incomprensible y falso". Pero tampoco ha caído nada bien en la Guardia Civil, que investiga los hechos, ya que cree que Sanidad ha actuado con "irresponsabilidad". "Es una grave equivocación difundir una información que estaba bajo investigación de nuestros agentes", se quejó ayer un portavoz de la Guardia Civil.

La investigación que lleva a cabo este cuerpo sobre la gestión de los residuos que generan las clínicas que realizan abortos es, según un portavoz, "de oficio" y "le ha tocado a la clínica Isadora como podría haber tocado a cualquier otra". Varias organizaciones antiabortistas -como HazteOir, el Partido Social Europeo o la Federación Internacional de Médicos Cristianos- proclaman sin embargo en Internet que denunciaron ante la Guardia Civil el pasado verano supuestas irregularidades cometidas en varias clínicas que practican abortos.

En cualquier caso, varios agentes de la Guardia Civil entraron el pasado viernes día 16 en la clínica cuando la empresa acreditada para incinerar los contenedores con residuos biosanitarios procedía a retirarlos del centro. "En estos contenedores se recogen los tejidos humanos que se generan en los quirófanos. Se congelan y son recogidos tres días a la semana por una empresa acreditada por la Comunidad de Madrid, que los incinera", explicó ayer Empar Pineda, portavoz de la clínica.

Pineda se queja del "mal uso" que hizo la Guardia Civil de los contenedores. "Los dejaron precintados fuera de la cadena de frío. Nos dijeron que vendrían técnicos de Sanidad a analizarlos. Pasaron tres días y al final tuvimos que llamar nosotros a la Guardia Civil y a Sanidad para saber si vendrían o no a recogerlos. Esto sí que es incumplir la normativa", explicó Pineda. La Guardia Civil admite que "se precintaron los contenedores con el objetivo de que Sanidad los inspeccionara". "Es verdad que Sanidad no ha colaborado mucho y tardó más de lo previsto", afirmaron fuentes del cuerpo.

Finalmente el lunes 19 (y no el martes 20, como sostiene Sanidad en su comunicado), técnicos de Salud Pública acudieron a la clínica y se llevaron los contenedores para su estudio. Sus conclusiones fueron que contenían "residuos biosanitarios materiales mezclados con residuos biosanitarios humanos, incumpliendo así la normativa".

Esta posición, sin embargo, contrasta con la mantenida por la Dirección General de Calidad e Inspección de Sanidad que, en enero de 2006, concedió a la clínica la "renovación de la Autorización Sanitaria Definitiva", un permiso requerido cada cinco años a estos centros y que analiza a fondo que cumplan la normativa vigente en todas sus áreas.

"No entendemos todo lo que está pasando", se quejó ayer amargamente Pineda. "Nosotros venimos cumpliendo escrupulosamente la normativa desde hace más de 10 años y Sanidad ha dado el visto bueno en cada inspección. No entendemos qué problema quieren ahora crear con esto", sigue Pineda. La clínica ha pedido "amparo" al consejero de Sanidad, Manuel Lamela, a quien ha solicitado una reunión urgente.

La polémica ha sido aprovechada por varias asociaciones antiabortistas para lanzar mensajes contra el aborto. Las asociaciones acusaron a la clínica de arrojar "seres humanos" a "la basura" y calificaron los hechos como "estremecedores".

Está polémica coincide con un aumento de las agresiones a las clínicas que practican el aborto en la región. El pasado domingo, el Instituto CB Medical, en el número 41 de la calle de Zurbano (Chamberí), amaneció con pintadas en las que se leía "asesinos" y "abortistas". El centro abrió hace un año y medio y también acoge operaciones de cirugía mayor ambulatoria y estética, además de interrupción del embarazo. Según el centro, los atacantes dejaron una tarjeta de una asociación provida y una de sus directivas, Victoria Virtudes, ha sido amenazada de muerte.

La clínica Isadora también sufrió una agresión el día 28 de diciembre con adoquines y más pintadas.

La portavoz de la clínica Isadora, Empar Pineda, ante el centro, atacado el pasado diciembre.
La portavoz de la clínica Isadora, Empar Pineda, ante el centro, atacado el pasado diciembre.BERNARDO PÉREZ

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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