Seguridad para captar capitales extranjeros
"Nunca habrá nada que distribuir si no cesa la violencia sectaria. Sin seguridad no habrá inversiones y sin éstas, no habrá dinero por el que pelearse", dice Dalton Garis, experto del Instituto del Petróleo de Abu Dhabi. Para los expertos internacionales del mercado petrolero no hay duda de que si la violencia sectaria sigue creciendo, ninguna empresa va a invertir en Irak.
En Irak murieron violentamente más de 34.500 personas durante 2006 y no menos de 36.000 resultaron heridas. A pesar del último incremento de tropas estadounidenses en Bagdad, la violencia sectaria no ha podido ser contenida. Para las empresas, lo de si primero va el huevo o la gallina, no está en cuestión: lo primero es la seguridad.
Hay muchas empresas extranjeras, principalmente de EE UU, Rusia y China, interesadas en ser las primeras en entrar al mercado energético iraquí en cuanto puedan. El sector pide a gritos dinero para despegar: Irak apenas produce hoy 1,75 millones de barriles de crudo diarios, una cantidad muy por debajo de los 2,6 millones que producía antes de que empezara la guerra en marzo de 2003 y muy lejos del máximo de 3,7 millones alcanzado en 1979. Exporta unos 1,4 millones de barriles, aunque es difícil hablar de cifras fiables. Con una economía en franco retroceso desde hace años, una tasa de paro del 40%, una inflación del 70% y un ingreso per cápita que no llega a los 750 euros anuales, según datos de distintos organismos, el sector energético es la clave para el despegue del país. "La ley aprobada ayer no puede por sí sola dar un vuelco al sector petrolero y atraer inversiones", dice Robert Marlborough, analista del Oxford Institute of Energy Studies.
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