La cartera industrial de la Xunta ya mueve 2.000 millones de euros

Las participaciones empresariales de la Xunta ya mueven una inversión privada de 1.944 millones de euros. Se trata de 79 proyectos, en su mayoría inversiones nuevas o ampliaciones de capital, en los que Xesgalicia ha puesto 213 millones de euros a cambio de que los empresarios desembolsasen 1.731 millones de euros. La cartera industrial de la Xunta ha dejado de ser una broma: ya representa el 7% del PIB de Galicia.

Las sociedades de capital riesgo de la Xunta ya participan en 79 empresas privadas gallegas que facturan más de 3.000 millones de euros y emplean a 9.792 trabajadores. Los datos no incluyen las empresas públicas directamente gestionadas por la Xunta, sino únicamente la cartera de inversiones en sociedades de capital mayoritariamente privado.

En 2006, el capital riesgo autonómico ha duplicado sus inversiones nuevas hasta alcanzar los 37,4 millones de euros. Para este año tiene disponibles casi 33 millones de euros más.

Se trata de un brazo empresarial denominado Xesgalicia, del que depende la sociedad de capital riesgo más antigua de España, Sodiga, tres fondos de inversión (Aquagal, Adiante y Emprende) y una empresa de préstamos blandos, el polémico Inesga (Inversiones Estratéxicas de Galicia). Xesgalicia pertenece en un 70% a la Xunta, a través del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape) y en un 30% al grupo privado Ahorro Corporación, participado por bancos y cajas de ahorro.

"Le hemos dado la vuelta a Xesgalicia", opina el conselleiro de Economía, José Ramón Fernández Antonio, jefe de todo este aparato inversor. De hecho, las dos operaciones más grandes realizadas por Xesgalicia se firmaron en los últimos meses.

En el grupo Copo, el Gobierno gallego ha invertido 9,7 millones de euros para participar en el plan de saneamiento y reconversión de la empresa gallega, el mayor fabricante de espumas de colchones y asientos de coches de España.

Nuevas inversiones

En Vieirasa, Xesgalicia ha aportado un préstamo convertible en acciones de 6 millones de euros en una ampliación de capital de la pesquera viguesa, la tercera más potente del secto. La ampliación es para el desarrollo de nuevos negocios internacionales.

Y la tercera gran operación acaba de ser aprobada. Se trata de la instalación en Ourense de la que será la mayor planta de producción de paneles solares de España. La sociedad, denominada T Solar Global, está participada en un 50% por el grupo Isolux Corsán.

Lejos de detener su desarrollo inversor, el Gobierno gallego se propone volver a duplicar o incluso triplicar este año su aportación al tejido empresarial gallego. Para ello contará con un nuevo fondo de inversión, dirigido por el empresario Manuel Jove Capellán, y tratará de obtener 50 millones de euros del Fondo Europeo de Inversiones.

La Xunta pretende que su brazo inversor en las empresas privadas sea dirigido desde la Fundación da Sociedade do Coñecemento de Galicia, en colaboración con Xesgalcia y el Igape. El plan es invertir cada vez más en proyectos innovadores y atraer inversión extranjera.

Las dos últimas actuaciones de Xesgalicia se centran en la importación de tecnología australiana para convertir la basura en biodiésel, un proyecto desarrollado en Cerceda (A Coruña) y denominado Tecnoambiente Galicia; y en la inversión en un novedoso programa informático sobre movilidad, en una sociedad denominada Mobilis.

Entre las inversiones en estudio, se incluye el desarrollo de una planta eléctrica de energía de las olas o el desarrollo empresarial de nuevas especies de acuicultura. Además de inversiones y préstamos convertibles en acciones, Xesgalcia maneja 107 millones de euros en préstamos blandos concedidos por el Inesga.

El Inesga ha concedido, en todos los casos, créditos superiores a los 3 millones de euros. La mayor cantidad corresponde a Benteler, una multinacional alemana de componentes de acero que instaló en Vigo una planta de producción de ejes y chasis para automóviles.

Para la implantación de nuevas empresas o el desarrollo de proyectos de expansión, la Xunta negocia con cada compañía un paquete de ayudas. Además de la inversión de capital, las empresas seleccionadas por la Consellería de Economía suelen recibir subvenciones finalistas, préstamos blandos y agillidad en la tramitación de los proyectos, tanto para la búsqueda de suelo industrial como para la aprobación de los permisos y lencias de actividad. En este momento, la mayor operación que gestiona la Xunta es una inversión empresarial de 120 millones de euros para la implantación en Salvaterra de Miño de una factoría de producción de biodiésel. El proyecto es de Isolux Corsán.