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Reportaje:

Ceda el paso a los cetáceos

El Gobierno modifica las rutas del Estrecho y ordena reducir la velocidad de los buques para proteger un santuario de cachalotes

El 5 de septiembre de 2002, un ferry que iba de Tánger a Algeciras chocó con un cachalote macho de 15 metros que se cruzó en su camino. El biólogo Renaud de Stephanis, que desde 1996 estudia los cetáceos en el Estrecho, presenció el accidente desde su barco: "Nos estábamos acercando al cachalote cuando un ferry nos sobrepasó y lo embistió. El animal quedó sangrando durante media hora antes de morir". El ferry siguió ruta sin enterrarse. Ésta es de las pocas colisiones documentadas en el Estrecho, junto a una presenciada por el instituto oceanográfico de Marruecos, pero hay más. El Estrecho es una de las principales rutas marítimas del mundo y también uno de los principales refugios de cetáceos del mundo. La convivencia entre barcos y ballenas es difícil.

Por eso, en una decisión pionera, el Instituto Hidrográfico de la Marina, del Ministerio de Defensa, ha decidido lanzar "un aviso a navegantes" en su primer boletín de febrero en el que declara "una zona crítica por la presencia de cetáceos" en el Estrecho. Esto supone que los miles de busques y transbordadores que circulan por allí no podrán circular "a más de 13 nudos, que es la velocidad avalada por la comunidad científica, como la más segura para la supervivencia de estos animales" y deberán "navegar en estado de máxima vigilancia". De Stephanis, que preside el Centro de Conservación, Información e Investigación de Cetáceos (Circe), califica la medida como histórica: "Sólo en Estados Unidos se había hecho antes, cuando el Gobierno de Clinton cartografió para los barcos la presencia de ballena franca. Es muy importante porque muchos capitanes no saben que hay cachalotes y ahora estarán atentos".

La medida va destinada a los alrededor de 25 cachalotes que viven en el área, y que están amenazados de extinción, pero servirá para otras especies menos estudiadas y que también pueden chocar con los barcos, como el calderón común (260 ejemplares) o el rorcual común. Más de la mitad de las 27 especies de cetáceos que hay en España están amenazadas.

Perímetro de seguridad

A la decisión de la Marina se suma el real decreto de Protección de Cetáceos que el lunes presentará el Ministerio de Medio Ambiente a las comunidades. El decreto fija que los buques no podrán acercarse a menos de 60 metros de los cetáceos y deberán desviarse de su ruta en caso de avistarlos. El texto fija lo que llama el "espacio móvil de protección de cetáceos". Además, a menos de 500 metros, la permanencia de los barcos estará restringida.

El decreto impide también alimentar a los animales y provocar su subida a la superficie mediante un sónar. Estas medidas están destinadas a los barcos de avistamientos de cetáceos que han proliferado en el Estrecho y Canarias, pero también afecta al tráfico marítimo. El director general de Biodiversidad, José Luis Herranz, explicó ayer que "la norma afecta a los barcos de avistamientos pero también al transporte marítimo. No podrán hacer ruidos ni incidir en el comportamiento de los cetáceos". El texto afirma: "En el derecho de libre navegación, y del derecho de paso inocente, los buques extranjeros deberán cumplir las disposiciones españolas destinadas a impedir que afecten negativamente al buen estado de conservación de los cetáceos".

Una de las zonas más afectada por la medida será Canarias. Ayer mismo, un rorcual común de 17,8 metros y 22 toneladas apareció en el puerto de Las Palmas de Gran Canaria enganchado a la proa de un barco, según explicó el biólogo Pascual Calabuig, que detalló que la ballena "estaba partida". La otra zona más importante es el Estrecho. Allí, el Gobierno estudia con Marruecos la necesidad de variar las rutas de ferrys entre Tarifa y Algeciras y Tánger. El cambio no afectará demasiado a las rutas actuales, sino a las que abran con el nuevo puerto de Tánger, situado justo enfrente del santuario de cachalotes. Los animales tienen ahora preferencia.

Un ejemplar de cachalote en aguas del Estrecho.
Un ejemplar de cachalote en aguas del Estrecho.RENAUD DE STEPHANIS / CIRCE
EL PAÍS (Fuente: Ministerio de Medio Ambiente)
EL PAÍS (Fuente: Ministerio de Medio Ambiente)

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