Una nueva avería de Renfe afecta a 60.000 usuarios de Cercanías y larga distancia

Unos 60.000 usuarios de la red de Cercanías de Renfe volvieron ayer a ser víctimas de una nueva avería en las instalaciones de Adif, lo que originó retrasos generalizados. Esta vez, la incidencia se produjo entre Castelldefels y Garraf. Este tramo, perteneciente a la línea C-2, una de las más transitadas, quedó sin tensión eléctrica a las 5.45 horas por causas que aún se desconocen y que se están investigando. El servicio ferroviario permaneció completamente interrumpido entre Gavà y Sitges hasta las 8.00 horas, momento en el que se reemprendió la circulación de trenes en sólo una de las dos vías.

La redistribución del paso de convoyes por otras líneas debido a la interrupción del servicio en la C-2 hizo que los retrasos se generalizaran en buena parte de la red. Renfe cifró los trenes afectados en unos 90, mientras que las esperas obligadas alcanzaron una media de 20 minutos.

A primera hora, las aglomeraciones fueron especialmente significativas en la estación de Sitges, ya que coincidieron las personas que intentaban acudir al trabajo y las que volvían de celebrar el popular carnaval, que tuvieron que esperar más de dos horas para poder salir del municipio. Algunos convoyes procedentes del Vallès interrumpieron su recorrido al llegar a Barcelona y los pasajeros tuvieron que cambiar de tren para proseguir su viaje. Los trayectos de medio y largo recorrido, que se desviaron por la línea de Vilafranca, también se vieron afectados. El servicio se restableció por completo a las 12.15. Sin embargo, los horarios y la frecuencia de paso se mantuvieron alterados hasta entrada la tarde.

La avería entre Castelldefels y Garraf afectó a varios centenares de metros de catenaria, que tuvieron que ser reparados, así como cuatro trenes, que fueron desplazados hasta el área de mantenimiento para ser inspeccionados. Fuentes de Adif, empresa pública que gestiona las vías, explicaron que las causas de la incidencia están por determinar.

Los técnicos se plantean varias hipótesis: o bien que un problema en la catenaria se transmitió a los trenes; o la posibilidad inversa, que uno de los convoyes rompió en un largo tramo el cable que transmite el tendido eléctrico, que a su vez afectó a los siguientes vehículos a medida que fueron pasando por el lugar.

Para minimizar las repercusiones de la avería, Renfe estableció un servicio de autobús lanzadera entre Sitges y Sant Vicenç de Calders y entre Castelldefels, Gavà, Barcelona y Sant Celoni. Sin embargo, los usuarios se quejaron de nuevo de falta de información y de que los autobuses no los transportaron hasta su destino final, sino a otra estación en la que tuvieron que esperar de nuevo el paso de un tren.

En las estaciones de Vilanova y Sitges (Garraf) había caras largas, muy largas, hacia las 9.00, hora en que empezaron a llegar los primeros trenes de la jornada, tras dos horas de servicio ferroviario interrumpido por la enésima avería. La indignación era la misma tanto entre los usuarios que llegaban de Barcelona como entre los que debían ir a la capital catalana. Los reproches, los de siempre: las incidencias se repiten sin solución y falta de información. Pero en los rostros también había resignación, informa Pere Lobato.

En la ventanilla de Sitges, un cartel rezaba: "Por avería en la línea, los trenes circulan con irregularidad. Rogamos disculpen las molestias". Cuando la circulación se reabrió por una única vía, el altavoz iba alertando de que los trenes ya circulaban en ambas direcciones, pero con demoras de más de 25 minutos.

Ayer mismo, el senador Joan Josep Nuet (Esquerra Unida) entró en la Cámara alta una batería de preguntas para averiguar las causas de las repetidas averías de la red ferroviaria en Cataluña. Éstas no son las únicas: anteayer, un reventón en el intercambiador de Diagonal-Provença del metro de Barcelona afectó a centenares de usuarios. La diferencia es que Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) no hizo público el percance. La dirección de la empresa negó que se silenciaran las averías para no perjudicar la campaña de Jordi Hereu a la alcaldía. "Los que sufren la avería ya se enteran", dijo el portavoz de la empresa.