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Reportaje:

Inmigración rockera

Numerosos músicos extranjeros animan el panorama musical vasco repartidos en distintos grupos

Entre las consecuencias asociadas al creciente fenómeno de la inmigración figura la esperanza de que el acervo cultural vasco se enriquezca con las sensibilidades provenientes de diferentes latitudes. De momento, en el campo musical no se ha apreciado un cambio hacia un mayor exotismo rítmico, pero sí es fácil caer en la cuenta de que algunos de los músicos que animan la escena vasca, al igual que la navarra, son extranjeros. De hecho, nueve de los 141 autores que el año pasado se dieron de alta en la delegación de la SGAE en el País Vasco lo son. Varios de ellos se encuentran detrás de las novedades discográficas lanzadas en las últimas semanas por Cápsula, Hoey & The Mussels y Travellin' Brothers, por ejemplo.

Nueve de los 141 autores que se dieron de alta en 2006 en la delegación de la SGAE son extranjeros

Cápsula es un trío con base de operaciones en Bilbao que comandan el guitarrista y cantante Martín Guevara y la bajista Coni Lisica, dos argentinos con alma de trotamundos -"siempre tenemos preparados los zapatos y las guitarras para el próximo viaje", dicen- quienes antes residieron en Buenos Aires, Londres y Berlín. Llegaron a la capital vizcaína dispuestos a pasar sólo seis meses y seis años después aún siguen viviendo en ella. Tras autoeditar tres discos en su etapa americana, publican ahora con el sello madrileño Liliput Songs & circuits, un álbum de pop rock intenso que les confirma como rockeros que aceptan de buen grado las influencias de la electrónica, la psicodelia y el rock sesentero latinoamericano, "muy ligado a la literatura y al arte".

También se encuentra reciente la edición del primer trabajo largo de Hoey & The Mussels, grupo afincado en Pamplona que ha tomado el relevo de Soblind. Ambos conjuntos tienen en común el estar encabezados por Colm Candon y Smiley, dos dublineses que llegaron hace más de diez años a Navarra, donde se ganan la vida como profesores de inglés. Su nuevo disco se titula Home, ha sido editado por Làbatelkuëyo Records-Elkar y contiene folk rock, más música de raíz americana e incluso algún blues de tonos descarnados.

Los vizcaínos Travellin' Brothers cuentan con Jon Kareaga, un cantante nacido en Toulouse (Francia), donde se instalaron sus padres durante varios años. Él pone voz a las raciones de blues, soul blues y funk de su segundo álbum, From the road. Y quien empuña el micrófono en los getxotarras Rockadelica es el estadounidense Dani Cabanelam quien vivió en Minnesota hasta que con 25 años se instaló en Vizcaya y, en lo musical, notó "una diferencia abismal, tremenda", porque "allí hay mucha más variedad musical".

Yakuzi, banda que se impuso en la última edición del Concurso de Pop Rock Villa de Bilbao debe su nombre a su fundador, Jack Uzi, un australiano que recaló en Mundaka dispuesto a surfear. Lo típico: conoció a una chica y decidió quedarse más tiempo. También lleva años animando la escena euskaldun Afrika Bibang, hija de inmigrantes procedentes de Guinea Ecuatorial que se instalaron en Vizcaya para trabajar. Ella empezó hablando fang, la lengua de sus padres y ahora se desenvuelve a la perfección en euskera. Su voz ha embellecido las propuestas de Etsaiak, Ke Rule, Ke No Falte, Rudo & Friends Sound System y Fermin Muguruza. En solitario ha publicado Entzun, una muestra de electrónica, R&B y soul contemporáneo.

Un hermano de la propia Afrika toca en Zenttric y la influencia de bandas como Can, Neu! y Kraftwerk en el rock bailable de Standard se explica en parte por la participación en su composición del guitarrista alemán Jens Wolfersdorff.

Al margen del rock existen casos como el de Andrzej Olejniczak, saxofonista polaco bien conocido por los aficionados al jazz, el del gaitero irlandés Alan Griffin, miembro esencial de Alboka, y el de Idiomatics, proyecto audiovisual y hiphopero en el que toma parte el dee jay estadounidense DJ Travis. Las creaciones visuales de Entter también refuerzan la música del sueco Anders Carlsson, de nombre artístico Goto80.

Al presentar su propuesta de cara al concurso Villa De Bilbao en su apartado de Nuevas Tendencias, el concejal Jon Aritz Bengoetxea señaló que en Euskadi "empiezan a generarse grupos con nacionalidades compartidas". Ya es un hecho.

Lo es por el signo de los tiempos, por la globalización y por las intensas corrientes migratorias, ya que nadie puede decir que el País Vasco sea un destino especialmente atractivo para los músicos foráneos por las condiciones que se encuentran. Basta el ejemplo de la Orquesta Sinfónica de Euskadi, cuyos instrumentistas protestan porque actúan mucho, pero cobran poco en comparación con otras orquestas. En el caso de la música popular, distintas circunstancias les han hecho recalar aquí y han podido desarrollar su faceta musical, pero la mayoría no se dedica profesionalmente a ella y tiene trabajos prioritarios al margen.

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