El día más africano
Inmigrantes procedentes de los mismos países que los artistas de '100% África' visitan el Guggenheim el último día de la exposición
El día de la clausura de la exposición 100% África en el Museo Guggenheim Bilbao fue el más africano de su historia. Pasadas las cuatro de la tarde un grupo de músicos y bailarines de Senegal, miembros de la Asociación Cultural MLOMP, comenzó a instalar su escenario provisional, unas simples tiras de moqueta pegadas al suelo, a espaldas de Puppy. A su alrededor se fueron congregando cerca de dos centenares de residentes en Vizcaya procedentes de países de África. El ritmo de sus instrumentos tradicionales empezó a animar a los invitados por la Obra Social de la BBK a realizar una visita guiada a la muestra de arte africano contemporáneo, y a sorprender a los turistas que aprovechaban el fin de semana para visitar el Guggenheim.
La BBK invitó a los asistentes para acercarlos a su propio acervo cultural
Había inmigrantes de Liberia, de la República Popular del Congo y de Nigeria, pero la mayoría eran senegaleses y guineanos dispuestos a pasar la tarde de domingo con la familia y los amigos en el Guggenheim. El puente entre el museo y los africanos fue Biltzen, un centro para la promoción de iniciativas de educación intercultural. Llevando a los africanos al Guggenheim quería acercarlos a su propio acervo cultural y también fomentar la participación en la vida cultural y ciudadana.
Para la inmensa mayoría de los africanos que ayer entraron a ver 100% África fue su primera visita al Guggenheim. Adam esperaba su turno de visita, mientras su esposa Dolly daba la merienda a su hija Fátima. Era para ellos una tarde de fiesta y, como otros nigerianos, se habían vestido con sus mejores galas. Una explosión de vistosos trajes y complicados tocados competían en colorido con las obras de la exposición. "Son ropas que reservamos para los días de celebración, para las fiestas africanas", explicaba Adam, que desde hace casi un año vive con su familia en Bilbao. La invitación de ayer lo merecía, porque entre el curso para aprender soldadura, el esfuerzo para chapurrear el castellano y las complicaciones de la vida cotidiana, Adam, como tantos otros que ayer participaron en las visitas, está muy ocupado como para preocuparse de los museos. "No tengo tiempo para pensar en el arte. Ni en la música", decía resignado.
Las obras que se han expuesto en 100% África proceden de la colección de arte africano contemporáneo de Jean Pigozzi, un millonario de origen italiano que comenzó a comprar las piezas tras visitar en 1989 en París Les Magiciens de la Terre, la exposición que marcó un antes y un después en el reconocimiento de la creación contemporánea fuera de Europa y los Estados Unidos. La colección de Pigozzi está depositada en Ginebra, pero viaja constantemente por todo el mundo.
Los visitantes que ha recibido la exposición desde su inauguración el pasado mes de octubre superan los 255.000. Entre ellos están las personas que se han beneficiado de las cerca de 1.400 invitaciones que la BBK ha cursado a sus clientes de origen africano. Williams, un marino mercante de Liberia que desde hace dos años vive en Bilbao, tenía una idea mejor que invitar a los africanos a visitar la exposición dedicada a África en el último día. "Hay que implicar a los africanos en la vida social, enseñarles el camino para compartir pensamientos y vida todos los días, no sólo hoy", planteaba.
Algunos invitados encontraron difícil seguir las explicaciones de la guía en castellano. Los nigerianos prefirieron organizarse alrededor de un compatriota que iba traduciendo al inglés las palabras de la guía. El recorrido se animó al llegar a la sala que mostraba las fotos del nigeriano Ojeikere, que retrata los peinados de las mujeres africanas, algunos similares a los que lucían las visitantes.
Después de la música y la visita guiada, una hora y media de recorrido, los invitados africanos se despidieron del museo. Fueron, prácticamente, los últimos en recorrer las salas de arte africano contemporáneo. Hoy mismo comenzarán los trabajos de desinstalación de la muestra, tras su día más africano.
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