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El PRI mexicano busca renovarse tras seis años de oposición

El partido elige a sus nuevos dirigentes para abrir un proceso de alianzas con Calderón

La militancia del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó ininterrumpidamente en México durante 72 años, hasta las elecciones de 2000, eligió, entrada la madrugada en España, a una nueva presidenta y a la nueva cúpula del partido. Beatriz Paredes será la encargada de llevar a este partido histórico, desarticulado y decrépito, a afrontar el desafío de una renovación que le permita recuperar el poder. Los seis años que pasó en la oposición de poco le sirvieron al PRI, que quedó relegado al tercer lugar de la política en las presidenciales del pasado 2 de julio.

El PRI no nació para competir, advierten los historiadores, que suelen recordar que se trata de un partido que nació con el poder. Cuando lo perdió, sólo pensó en cómo recuperarlo, sin cambiar el viejo estilo de entender y hacer política. Incapaz de acomodarse a los tiempos, los líderes del partido tratan de atrincherarse en su nada despreciable poder en los 17 de los 32 Estados que gobiernan. Éste es el patrimonio actual del PRI: los Gobiernos regionales. Con caciques y barones, pero sin elemento nacional con proyecto político.

Beatriz Paredes, la favorita, y Enrique Jackson, los dos principales candidatos a presidir el PRI, están convencidos de que su partido tiene todavía mucho que decir, y para ello han buscado durante un mes el voto de la mayoría de los 17.704 militantes. Paredes recorrió 40.000 kilómetros en un mes de campaña y logró acreditar representantes en todas las entidades de la federación. Su principal contrincante no logró el objetivo.

Entrada la madrugada en España, Jackson emitió un comunicado en el que reconocía la victoria de la candidatura de Paredes, que según los datos provisionales del diario La Jornada, se produjo por 9.410 votos frente a 4.673.

A juzgar por sus discursos, las diferencias políticas entre ambos eran escasas. Lo demostraron en el debate del pasado viernes ante las cámaras de Televisa, el gigantesco monopolio mediático de México, que rebajó la importancia del evento al no retransmitirlo a través del canal de mayor audiencia. Uno y otro se declaran de centro-izquierda, una posición que a poco compromete en el México actual. Paredes ha puesto más énfasis en las raíces históricas del partido a la hora de reivindicar la justicia social como una seña de identidad priísta. Jackson reclamaba una reforma fiscal, no sólo para crear nuevos impuestos, sino para hacer transparente el gasto público, así como reformas en educación, energía y justicia. Paredes considera que antes de abordar estas reformas, que apoya, hay que discutir hacia dónde debe caminar México.

Los currículos de Paredes y Jackson tienen puntos en común notables. Ambos estudiaron en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Paredes fue secretaria general del PRI y dirigió la poderosa Confederación Nacional Campesina. Ha sido gobernadora de Tlaxcala, su Estado natal, diputada federal en tres ocasiones y senadora. Encabezó la candidatura del PRI al Gobierno de la Ciudad de México en los últimos comicios, en los que fue derrotada por Marcelo Ebrard, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Jackson fue secretario de organización del partido en la época de Luis Donaldo Colosio. Encabezó el comité directivo priísta del Distrito Federal, y ha sido diputado y senador. Fue uno de los integrantes del grupo conocido como Todos Unidos Contra Madrazo (Tucom), que pretendían lograr la candidatura presidencial del PRI para las elecciones del 2 de julio. En las internas de dicho grupo fue derrotado por Arturo Montiel, ex gobernador del Estado de México.

En los primeros compases del Gobierno de Felipe Calderón, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), el PRI ha tratado de presentarse como la oposición responsable y la fuerza bisagra entre el PAN y el PRD. Este último le recuerda que si no hubiera sido por el PRI, Calderón no habría podido tomar posesión el pasado 1 de diciembre como presidente de la República, cuya investidura trataron de impedir los perredistas.

[Por otra parte, el Gobierno mexicano ha extendido la operación policial y militar contra el narcotráfico a los Estados norteños de Nuevo León y Tamaulipas, con el despliegue de 2.600 hombres y de barcos de patrulla en el golfo de México, informa Reuters].

Beatriz Paredes, principal aspirante a la presidencia del PRI.
Beatriz Paredes, principal aspirante a la presidencia del PRI.AP

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