"Hay que buscar nuevas respuestas en una sociedad en constante cambio"
La Universidad de Deusto acoge ayer y hoy el séptimo Congreso Vasco de Sociología y Ciencia Política bajo el título Transiciones. Nuevas respuestas para viejas preguntas. La Asociación Vasca de Sociología y Ciencia Política organiza cada tres años estas jornadas, que se clausurarán hoy con la ponencia que pronunciará el presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), Fernando Vallespín, titulada Los nuevos retos de la política en el siglo XXI. La cita tiene por objetivo "servir de foro de encuentro para debatir en torno a 15 áreas de trabajo, como género, migraciones, Unión Europea o urbanismo", explica Amaia Alonso (1967, Sestao), presidenta de la asociación.
Pregunta. ¿A qué obedece el título que han dado al congreso?
"El desarrollo de las ciudades tendría más garantías de éxito si arrancase de un estudio sociológico de la zona"
Respuesta. Se están produciendo cambios sociales, políticos y demográficos que podemos analizar y que a la vez afectan a nuestro oficio. Queremos definir el papel de la sociología y la ciencia política ante los retos del siglo XXI. El subtítulo refleja esa necesidad de buscar nuevas respuestas en una sociedad en constante cambio que tiene que enfrentarse a fenómenos desconocidos, como el de la inmigración en el Estado español.
P. ¿Cómo se puede presentar la profesión del sociólogo y el politólogo?
R. Somos bastante desconocidos, pero cuando se nos conoce se recurre a nosotros porque somos muy polivalentes y tenemos una gran capacidad de adaptación. Desde la asociación organizamos este congreso, jornadas, seminarios, intentamos integrar a profesionales en las empresas y la Administración pública a través de la bolsa de trabajo... Intentamos mostrar que somos muy útiles y refutar el sesgo erróneo de que un sociólogo se limita a hacer encuestas.
P. ¿Qué pueden aportar los profesionales de la sociología a los fenómenos que más preocupan a los ciudadanos, como la inmigración o el terrorismo?
R. La UPV tiene un Observatorio Vasco de Inmigración, y los sociólogos analizamos este fenómeno tan global desde una ciencia muy abierta. En el conflicto vasco aportamos una visión de conjunto, e incluso ha habido iniciativas de mediación. También contribuimos al desarrollo de los países del Sur mediante análisis de datos, cooperación y resolución de conflictos. Igualmente, abordamos el desarrollo sostenible desde dos perspectivas: el urbanismo y el análisis del medio ambiente. De hecho, hay un proyecto en Euskadi, Ekolurraldea, que insiste en la dimensión social del desarrollo sostenible, perspectiva que no se suele contemplar.
P. ¿Qué otras aplicaciones no conoce la sociedad?
R. En el desarrollo de las ciudades, los proyectos tendrían más garantías de éxito si arrancasen de un estudio sociológico de la zona. También estamos cualificados para dirigir el área de recursos humanos y nuestra formación en Economía y Derecho es muy sólida. Uno de los platos fuertes es la investigación en el ámbito académico y la consultoría, pero no sólo usamos encuestas, sino también técnicas cualitativas como grupos de discusión.
P. La imparcialidad de las encuestas se cuestiona de forma permanente.
R. Los malos profesionales, para abaratar costes, no hacen muestras representativas, por lo que algunas encuestas no son fiables. En sondeos políticos, además, siempre hay un porcentaje de voto oculto y de voto móvil, pero la máxima de todos los profesionales es la objetividad.
P. La sociología de género es un área fuerte en el congreso.
R. Es uno de los grupos que ha aglutinado a más participantes. Participan mujeres comprometidas con la igualdad de oportunidades. Y contribuimos a la igualdad buscando paridad entre los ponentes y demostrando que somos capaces de ser buenas docentes e investigadoras.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.