La falta de religiosas deja sin colegio concertado a 190 alumnos

La falta de religiosas obliga al colegio Patrocinio de María, perteneciente a la orden Hijas de la Caridad, a cerrar sus puertas al acabar el presente curso, por lo que unos 190 alumnos de entre 3 y 12 años, un 80% de ellos inmigrantes, deberán buscar plaza en otro centro. La directora del colegio, María del Rosario Sillero, relató ayer que "la falta de Hijas de la Caridad" les impide seguir desarrollando su actividad, dado que las religiosas, sostiene, están dedicadas "24 horas al día" al centro, y no desempeñan sólo tareas docentes sino también de mantenimiento y de limpieza.

Sillero aseguró que todos los profesores, pertenecientes o no a la orden, serán reubicados en otros colegios de las Hijas de la Caridad, y que el Consejo Provincial de la orden se ha puesto en contacto con la Consejería de Educación para buscar colegios próximos al centro -situado en la calle de Gaztambide, en el distrito de Moncloa- que acojan a los alumnos.

Almudena Sánchez, madre de una alumna, explicó que será difícil para los padres encontrar un colegio subvencionado gratuito, como el Patrocinio de María, en el barrio, y que el único público de la zona "está hecho una pena", mientras que la directora afirmó que era posible recolocar a los alumnos en centros concertados y públicos próximos. Sánchez subrayó que los padres recibieron la noticia el 5 de febrero, pero no han podido contactar desde ese día con la dirección, y señaló que, salvo la directora del centro, todas las religiosas desearían que el colegio siguiera en funcionamiento.

La directora insistió en que no se trata de un problema económico, a pesar de que los padres no pagan nada por la asistencia de sus hijos al centro, y aclaró que, aunque dispusiera de más dinero, no sería posible suplir la falta de religiosas. Almudena Sánchez contó que algunos padres de alumnos creen que el colegio acumula "mucha deuda" y una parte de ellos está dispuesta a buscar fondos para el centro, ya sea pagando una cuota más alta por el comedor escolar o recaudando dinero en el barrio por medio de rifas o sorteos.