Sobre las medicinas con patente

El editorial que publicó el pasado 8 de febrero su periódico, bajo el título "Medicinas con patente", pone el dedo en la llaga de un problema de vida o muerte para millones de personas en los países en desarrollo. La Corte Suprema de la India tendrá que decidir a partir del próximo 15 de febrero sobre el recurso presentado por la farmacéutica Novartis contra la decisión de India de no permitir patentar su anticancerígeno Glivec y sobre la necesidad de cambiar la ley india de Patentes. Es importante que la sociedad española conozca esta situación, ya que la trascendencia del fallo rebasa las fronteras. No se trata de un problema de una farmacéutica con un país, sino de la capacidad que tendrán las personas de los países más pobres para acceder a medicamentos a precios accesibles que pueden salvar sus vidas.

Para ello, es imprescindible tener la posibilidad de producir medicamentos genéricos allí donde hay capacidad para hacerlo. Este es el caso de India, que abastece a otros países como los del África subsahariana.

Es muy importante tener en cuenta que India no está haciendo nada ilegal, sino que está aplicando los acuerdos firmados en la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio, que permite a los países anteponer la salud de las personas a los beneficios económicos. De hecho, la legislación india sobre patentes, que Novartis quiere ahora modificar con esta demanda, responde a las exigencias de la OMC.

India es el mayor exportador de medicamentos genéricos del mundo, un 67% de los cuales los vende a países en vías de desarrollo. No somos las ONGs las que nos beneficiamos de este mercado, sino los sistemas de salud de los países más pobres. Por eso esperamos que Novartis retire la demanda contra la ley de patentes india.