Testigo de primera línea

Destinado en el cuartel general de Hitler en los últimos dos años de la guerra, las memorias del entonces comandante Bernd Freytag von Loringhoven se convierten en un testimonio honesto y revelador sobre las entretelas del nazismo y el carácter del dictador.

Redactadas por un oficial alemán hoy nonagenario, estas notas autobiográficas constituyen una aportación original a la historia de la Segunda Guerra Mundial, dada la sucesión de posiciones excepcionales en que se encontró el autor y la precisión con que las ha redactado. Von Loringhoven posee la virtud propia de un oficial de Estado Mayor, quien al dar cuenta de la situación a sus superiores no puede permitirse ningún elemento superfluo ni omitir los datos significativos. El recorrido de este militar de origen báltico por la guerra se constituye así en un espejo en el cual van reflejándose sucesivamente los grandes acontecimientos de los cuales es testigo, incluyendo la guerra de carros de combate en Rusia y la conspiración de Von Stauffenberg, y que alcanza además a ofrecer una descripción inédita del periodo final de la guerra, a partir de su presencia en las reuniones con Hitler desde finales de julio de 1944, en su condición de ayudante de campo de los jefes de Estado Mayor, los generales Guderian y Krebs. Ello le conduce finalmente al mismo búnker de Hitler.

El autor no tuvo vocación militar y tampoco mostró simpatías, de atenernos a su relato, en relación con el régimen nazi. Simplemente fue un eficaz cumplidor de sus deberes militares, que pudo después de la guerra colaborar con sus antiguos adversarios occidentales en el marco de la Alianza Atlántica. Es la muestra de que en el caso de haber sido eliminado Hitler por el atentado de Von Stauffenberg, no sólo Europa se hubiera ahorrado cientos de miles de muertos y graves destrucciones, sino que el resultado político de la guerra hubiese girado antes en contra de la URSS, aun cuando formalmente la rendición incondicional tuviera lugar. Pero el verdadero interés del libro reside en la crónica de las últimas semanas de Hitler, en el análisis del funcionamiento de su aparato de información y consejo, y, por fin, en el desapasionado retrato que ofrece del dictador, tanto en el nivel humano como en el técnico-militar. A partir de cierto momento, y hasta en el que estrecha la mano del autor dándole autorización para escapar del búnker, el Führer se convierte en verdadero protagonista del libro. Y aunque Trevor-Roper se llevara bastantes primicias del conocimiento de Von Loringhoven, el interés de En el búnker con Hitler permanece.