Agricultura prepara un plan para implantar redes protectoras contra el granizo en el campo catalán
El campo catalán necesita redes de protección para el granizo, de modo que los agricultores puedan ahorrarse dinero en seguros por si las granizadas les estropean la cosecha y para que puedan también asegurarse una mayor cantidad y calidad de productos. Es el mensaje que ayer lanzó desde Berlín el consejero catalán de Agricultura, Alimentación y Acción Rural, Joaquim Llena, quien asiste a la feria Fruit Logística 2007 y quien promoverá este mallado en un plan que se pondrá en marcha de cara a los próximos cinco años.
La Generalitat está estudiando ya qué mecanismos serán necesarios para facilitar la financiación de la implantación de estas redes.
En un encuentro con periodistas en Berlín, Llena estimó que la inversión inicial, en el primer año, para instalar estas redes es de unos 15.000 euros por hectárea, según fuentes del Departamento. Pero el precio varía en función del marco de plantación, el tamaño de la parcela y el tipo de red que se quiera instalar. Una red como las que se requiere puede durar cerca de 10 años.
El riesgo permanente ante el granizo que amenaza a los agricultores explica el hecho de que las pólizas por granizo sean el mayor de los seguros contratados en el sector de las frutas y hortalizas. Al incentivar las redes antigranizo, los agricultores podrán acceder a una bonificación de la tarifa de la prima del seguro del 80%. Las redes permitirían no sólo incrementar el valor del producto del agricultor, sino también "un ahorro muy importante" en las subvenciones a las primas que da el Departamento.
Por otra parte, Joaquim Llena estimó que la exportación de frutas y verduras de Cataluña se incremente el año que viene hasta el 40% del total que se produce en esta autonomía, frente al 25% actual, informa Efe.
Llena aseguró que, para alcanzar este objetivo, es importante poner en marcha acciones promocionales de los productos catalanes en el extranjero y explicó que este año la Generalitat organizará misiones comerciales a Hungría, Rusia, Escandinavia, Estados Unidos y Rusia con este propósito.
Explicó que la temporada de producción frutícola en Cataluña se concentra en sólo dos o tres meses y abogó por incrementar este periodo mediante la reconversión a nuevas variedades que resisten mejor la meteorología o que puedan recogerse en fechas distintas a esos meses.
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