Los grupos mantienen el consenso sobre el texto aragonés

El consenso que nació en las Cortes de Aragón con el PSOE, PP y Partido Aragonés (Par) sobre el nuevo Estatuto se mantiene en el Congreso, toda vez que ha habido un acuerdo en las enmiendas sobre los aspectos más conflictivos. La Cha sigue oponiéndose al texto. En reuniones discretas, que ayer culminaron, se han superado escollos importantes. Por el PSOE ha participado su portavoz parlamentario, Diego López Garrido; por el PP, la responsable de política autonómica, Soraya Sáenz de Santamaría, y por IU-ICV, Isaura Navarro. El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Francisco Caamaño, completa el cuadro negociador.

Los grupos socialista y popular del Congreso han buscado matizar la fijación que hace el texto de una reserva hidráulica de 6.550 hectómetros cúbicos para satisfacer las necesidades de los aragoneses. De alguna manera, esta fijación suponía "el blindaje" del Ebro para evitar trasvases. El presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, se ha mantenido firme en esta demanda. La solución está en que esa reserva se pone en relación "con el respeto a la planificación de los recursos hidráulicos" que compete al Estado. Es decir, siempre se requeriría el diálogo entre el Gobierno central y el autónomo.