La autovía de los bolsillos llenos
La isla de Gran Canaria sufre. Si hace un año celebrábamos que la Unesco hubiese concedido al oeste de nuestra isla la denominación de Reserva de la Biosfera, este año lloramos al descubrir la trama turística que quieren realizar los gobernantes de todos los ámbitos (Cabildo, Ayuntamientos y Gobierno de Canarias) para la misma zona. ¡Ni un año nos dieron de alegría! Tal y como están las cosas, queda claro que ese esfuerzo que demostraban por conseguir la catalogación de Reserva de la Biosfera no fue para orgullo de los canarios, sino para seguir llenándose los bolsillos; otra vez los bolsillos... ¡Ni un año! Ni un triste año, y ya planean una megacarretera para llevar a nuestros turistas a los futuros hoteles de La Aldea y del Risco y de Agaete y quién sabe también si a los hoteles de Veneguera, de Tasartico y de Tasarte... ¡Basta de engaños! ¡Basta de poner como excusa la precariedad de la carretera de La Aldea! ¡Basta de utilizar a los canarios! ¡Basta de enfrentar a los canarios!
Hay infinidad de alternativas para comunicar la localidad de La Aldea con el resto de la isla, pero son esos políticos y sus amigos, los de los grandes bolsillos, los que no quieren verlas. Porque ellos sólo contemplan una: la de llenar mi Gran Canaria de campos de golf, muelles deportivos y camas turísticas.
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