El PP asegura que el Gobierno catalán trata "mejor a los delincuentes que a las víctimas"

El Partido Popular va a emplear dos días -ayer y hoy- para hacer una radiografía sobre la seguridad ciudadana en Cataluña. Pero ayer, el secretario de Libertades Públicas, Seguridad y Justicia, Ignacio Astarloa, ya avanzó su particular diagnóstico, que, a todas a luces, retrató apocalíptico y que calificó de "galería de los horrores". Todo por culpa, proclamó, de que el tripartito catalán "trata mejor a los delincuentes, a los atracadores y a los okupas que a las víctimas. El mundo al revés".

Astarloa presidió la inauguración de las jornadas que el PP ha organizado en Barcelona para debatir las causas de la inseguridad ciudadana y presentar sus propuestas programáticas. El que fuera secretario de Estado de Seguridad cuando los atentados del 11-M en Madrid sustituyó a Ángel Acebes, secretario general del PP y otrora ministro del Interior. Pero si éste suele expresarse con verbo acerado respecto a todas las políticas que aplica la izquierda -PSOE en el Gobierno español o tripartito en el catalán- Astarloa ayer no le fue a la zaga.

Blandiendo sus propias estadísticas -aseguró que procedían de los Mossos d'Esquadra, pero los datos no coinciden con los del departamento de Joan Saura- comentó que en 2005 los delitos en Cataluña se incrementaron el 22,98% y las faltas el 29,4%, respecto al ejercicio anterior. Y que en el primer semestre de 2006, lo hicieron el 7,93% y el 8,29%, respectivamente. Estos datos llevaron a Astarloa a proclamar 2006 como el "año de la inseguridad".

La mayor andanada se la endosó al tripartito catalán y a todo aquel dirigente de izquierdas que a Ignacio Astarloa le pasó por la cabeza. Por ejemplo, los consejeros Joan Saura y Montserrat Tura y la teniente de alcalde de Barcelona, Imma Mayol, a quienes llamó "irresponsables". Y como no: los culpables de toda esta "galería de los horrores" por su "permisividad y tolerancia", el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Pagar a los subversivos

Astarloa afirmó respecto a los miembros del Gobierno catalán: "En nombre de un falso progresismo los valores se subvierten, de tal manera que las autoridades públicas acaban concediendo un mejor trato al delincuente, al atracador o al okupa que a las víctimas". Y continuó: "Las bandas que los fines de semana participan en toda España en reyertas masivas y se regodean con la destrucción del mobiliario urbano aquí son legalizadas como asociaciones culturales, lo que les permite financiarse con nuestros impuestos", en referencia a los Latin Kings.

¿Qué estilo de vida y de sociedad propone pues el PP? Pues uno en el que, dijo, "los catalanes puedan pasear a sus hijos sin temor a ser atacados por la calle, que puedan dormir tranquilos, sin miedo a sufrir un asalto en su casa a medianoche (...) y acabar con el vandalismo que hacen la vida insoportable a los buenos vecinos que pagan sus impuestos para que su ciudad esté limpia y sea segura".

Astarloa no se quedó satisfecho con trazar este desolador panorama de la convivencia en Cataluña sino que además aseguró que, gracias al tripartito de izquierdas, "los okupas aparecen como gente próxima al pacifismo con derecho a invadir y usurpar las viviendas ajenas, y son los propietarios quienes deben demostrar que la vivienda es suya".

Todo eso llevó al dirigente a sacar una conclusión: "En Cataluña hay una inmensa afinidad de algunos irresponsables políticos con la permisividad, con la banalización de la delincuencia, con el incivismo y el desorden. Hay una confusión palmaria de algunos entre la tolerancia y la condescendencia con los comportamientos íncivicos y el delito".

El PP propuso replantear el despliegue de los Mossos y terminarlo en 2010, dos años después de lo previsto, y destinar 1.400 nuevos agentes a Barcelona y otros 1.000 al resto de comarcas.