La promotora del teniente de alcalde de A Cañiza desoye las órdenes de paralización de un edificio
La inmobiliaria del segundo teniente de alcalde de A Cañiza, Gregorio Pérez, ultima la construcción de un edificio de tres plantas en la céntrica calle Carmen. Las obras no sólo incumplen el Plan General y las condiciones de la licencia municipal, concedida en octubre de 2003, sino también las órdenes de paralización y reposición de la legalidad dictadas por el gobierno municipal al que pertenece.
Gregorio Pérez, del PP, es dueño desde abril de 2002 del 50% de la promotora de las obras, Fincas Cañiza, en régimen de gananciales con su mujer, que comparten la sociedad con su hija y su yerno, propietarios del 50% restante. La empresa consiguió licencia municipal año y medio después de la constitución de la empresa para construir el edificio afectado por las órdenes municipales de paralización, que incluyen dos advertencias de demolición que no se han cumplido.
Él Ayuntamiento de A Cañiza, presidido por el senador popular César Mera,
concedió en abril de 2006 un plazo de tres meses a la empresa para que ajustara el proyecto, con la advertencia de que, transcurrido ese plazo, acordaría "la demolición de las obras".
Los tres meses se cumplieron sin que el gobierno local empleara la piqueta. En lugar de ello, el departamento de Urbanismo decidió en noviembre pasado abrir un nuevo plazo. La primera orden de paralización de las obras data de octubre de 2005.
"En la edificación existente no se hicieron las obras de adaptación y legalización" de las zonas del edificio que incumplen la licencia y el Plan Xeral de Ordenación Municipal de A Cañiza, señala el expediente, que cita un informe de la Policía Local que constata que Fincas Cañiza realizó "obras de remate y acabado" del edificio con posterioridad a las órdenes de paralización.
Gregorio Pérez se desvinculó ayer de Fincas Cuiña. "Es una empresa de mi yerno y de mi hija, yo de eso no sé nada", declaró el concejal del Partido Popular, que agregó: "Mi familia vive por su cuenta y yo por la mía; no tengo nada que ver con eso en absoluto". Pérez añadió que entre sus competencias no se encuentra el urbanismo.
En efecto, César Mera no confió a Pérez las competencias urbanísticas, sino las de economía, agua, saneamiento, alumbrado público, servicios sociales, sanidad y comercio, además de la segunda tenencia de alcaldía. Las infracciones de la obra de su empresa consisten en la longitud del vuelo sobre la alineación de los pilares, la disposición de los huecos de las ventanas, las dimensiones de las buhardillas, la alineación exterior de la fachada y el volumen de la cubierta.
