La juez cuestiona que los 'okupas' de la calle de Urgell cometieran delito

El Juzgado de Instrucción número 7 de Barcelona, que investiga la presunta usurpación de un piso de la calle de Urgell -propiedad de Carles Veiret, como el resto del edificio- considera que "no es claro" que la acción protagonizada por cuatro okupas sea "ilegal" y "penalmente relevante", si se consideran las circunstancias de los hechos. Es decir, que el piso estaba desocupado desde hacía tiempo y en estado de abandono.

En un auto judicial conocido ayer la magistrada Maria Josep Feliu resuelve una obviedad, como es que no es necesario adoptar la medida cautelar del desalojo que solicitó el abogado de Veiret por el hecho de que "los ocupantes ya no residen en el inmueble en cuestión y han salido del mismo". De ahí, añade la juez, que el propietario tenga plenos derechos sobre la vivienda "sin necesidad de que por el juzgado se realice diligencia alguna de entrega de posesión para entrar en su vivienda y disponer de ella conforme a sus necesidades e intereses". Así ocurrió ayer, después de que Veiret acudiese al piso en presencia de la policía, ante el desconocimiento de lo que encontraría en el interior.