"Hay carreras insostenibles, pero no las concentraremos en Barcelona"

Josep Huguet (Manresa, 1951) tiene una oportunidad y quiere aprovecharla: vincular dos áreas que a menudo se han dado la espalda: universidades y empresas. Desde su nuevo macrodepartamento, adonde se ha llevado sus muñecas matrioshkas rusas u otros objetos confesadamente kitch, está decidido a hacer posible la transferencia de tecnología desde la universidad al tejido empresarial.

Pregunta. ¿Cómo se va a notar que por primera vez se agrupen en un mismo departamento de la Generalitat las áreas de universidades y empresas?

Respuesta. Es una oportunidad que tenemos para superar dos obstáculos que tiene el país en este ámbito: el primero, el más profundo, es que hay una distancia importante entre el mundo de la universidad y el de la empresa, que hace que estemos distantes de los países más avanzados en creación de empleos de valor añadido. Y no digamos de inversión en investigación. Estamos en 1,3% sobre el producto interior bruto, del cual Cataluña cumple el porcentaje europeo de aportación privada. Pero es un mal consuelo. El drama es que la media europea es del 2% y el programa que desde el Gobierno catalán hemos puesto sobre la mesa es ambicioso: alcanzar la media europea en 2010, que llegará al 3% del producto interior bruto. Eso, sin un aval social importante detrás será difícil. Hay capital humano en la universidad y en la empresa, pero falta conexión y debemos ser capaces de hacer de lanzadera y conexión. La Presidencia de la Generalitat ha dicho que éste será uno de los temas importantes de la legislatura.

P. ¿Habrá dinero público para tirar del carro? ¿Hay un compromiso de aportar dinero en el próximo presupuesto de la Generalitat?

R. De momento, estoy luchando para que esto se produzca. Estamos con un presupuesto prorrogado.

P. ¿Lo está discutiendo con el consejero de Hacienda, Antoni Castells?

R. Bueno, discutiéndolo dentro del Gobierno porque todos lloran, ¿eh? A todos les faltan cosas. Pero la reflexión que he hecho en el ámbito del Gobierno es señalar que estamos logrando avances para dotarnos de un Estado del bienestar avanzado, pero éste no será sostenible si no hay un Estado de economía avanzada. Los países nórdicos tienen una presión fiscal superior a nosotros, pero se lo pueden permitir porque tienen empresas mucho más sólidas. Ahora que hay crecimiento económico es el momento de hacer los deberes. Espero convencer a quien tiene la decisión final, que es el presidente de la Generalitat. Me veré con él la semana que viene [por ésta]. Debe haber un compromiso presupuestario. Un plan en esta materia debería ser plurianual. Tengo la convicción de que los anteriores gobiernos por diferentes razones -incluso los empresarios lo reconocen- no han actuado con la suficiente capacidad como lobby en Madrid para lograr fondos de los presupuestos que hay para estos temas [investigación e innovación].

P. Dejando la investigación y pasando a la docencia, usted ha lanzado algunas ideas de cara a concentrar carreras con pocos alumnos. ¿Puede tener eso consecuencias en territorios, con alumnos que no tienen becas y en universidades que perderían músculo?

R. Estamos de acuerdo con lo que han dicho los rectores. Hay una convicción de que hay que racionalizar la oferta.

P. ¿Qué quiere decir racionalizar?

R. Quiere decir que algunas titulaciones que tienen pocos alumnos son bastante insostenibles desde un punto de vista de económico y social. No necesariamente son las de fuera de Barcelona. Creo que, respetando la autonomía universitaria, hay recursos pero se deben gestionar de forma que deben justificar los resultados. No podemos imponer nada, pero hemos de dar el marco de actuación.

P. ¿Tendrían que venir a Barcelona alumnos, por ejemplo, de Girona, de Tarragona o de Lleida, que no tienen becas?

R. Estamos hablando de un tema muy menor. Se ha creado una burbuja mediática que respeto. Pero estamos hablando de pocos alumnos y podemos actuar en este sentido. Por ejemplo, el consejero Carles Solà abrió una línea de becas para desplazamientos de alumnos del Pirineo, que no existía antes.

P. ¿Habrá más becas?

R. No puedo decir ahora si las habrá, pero la intención es ésa.

P. ¿Puede decir que no habrá una concentración de carreras en el entorno de Barcelona, un centralismo barcelonés?

R. El equilibrio territorial es una decisión histórica de la Generalitat. Eso no se tocará. Las universidades territoriales tienen su función y por principio de equidad deben preservarse. Pero es evidente que también deben ser muy eficientes. La investigación, por ejemplo, debe especializarse en dos, tres, cuatro segmentos ligados al territorio. Lleida, por ejemplo, al tecnoalimentario, y Tarragona, a la química, al turismo y a la enología. Ésta es la línea.