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Un juez priva a una mujer de usar su vivienda por su conducta molesta para los vecinos

El Juzgado de Primera Instancia número 13 de Bilbao ha condenado a la propietaria de un piso de Bilbao a no utilizar la vivienda durante tres años, tras atender las denuncias de los vecinos que se quejaron de que la madre de la dueña y ocupante del piso, utilizaba la escalera, el ascensor y el portal para realizar sus necesidades fisiológicas. Según la sentencia, los hechos enjuiciados sucedían desde hace años, por lo que las quejas de los vecinos eran continuas. Finalmente, la comunidad de propietarios demandó tanto a la propietaria del piso como a la ocupante, su madre, para que cesaran en el uso de la vivienda de modo permanente debido a la conducta "impropia" de la vecina.

La sentencia considera acreditado por las declaraciones de los vecinos y el empleado de la vivienda, así como por los numerosos requerimientos hechos a la vecina por el administrador de la comunidad y su asesor jurídico, que la ocupante realizaba "actos como los descritos, que son absolutamente incompatibles con una relación de vecindad como la que impone la vida comunitaria en el régimen de casas por pisos". El juez, no obstante, limita la pretensión de los vecinos al argumentar que la condenada padece una situación de alcoholismo crónico "que tiene que ser valorada". También ha tenido en cuenta el "inexcusable respeto y consideración de la demandada y ocupante de la vivienda, derivadas de su intrínseca dignidad como persona".

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