"No hay vuelta atrás"

Xavier Casas fue el gran negociador por parte del Ayuntamiento de Barcelona. El proyecto de paso del AVE por el litoral fue presentado públicamente en enero de 1998, "pero llevábamos más de dos años trabajando en él", explica. En 1998, en septiembre, Joan Clos se entrevistó con el entonces ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado, y le propuso la solución del litoral."Arias Salgado aceptó estudiar el proyecto, pero sostuvo que tenía que haber una estación en Sant Cugat". Entonces, el PP gobernaba en minoría con el apoyo de CiU, de modo que las propuestas del nacionalismo catalán eran siempre atendidas.

Clos defendió el paso por el litoral, pero insistió en que la estación central del AVE tenía que estar en Barcelona y ser la de Sagrera". Poco después ya se vio que Fomento no tenía interés alguno en el paso por el litoral, explica Casas. Albert Vilalta fue quien planteó la entrada en Barcelona por Sants y llegar a Sagrera con un túnel.

El 19 de julio de 2000, Clos volvió a entrevistarse con el ministro, que ahora era Francisco Álvarez Cascos, y quedó claro que el litoral estaba descartado. "Sagrera era apenas un apeadero. A partir de ahí empezó la batalla que terminó en el acuerdo de julio de 2002". Después, Fomento ha trabajado en los proyectos y el Ayuntamiento también ha hecho los deberes reformando los planes urbanísticos y otorgando permisos de construcción en Sants y Sagrera. "Se puede decir que se pare todo, pero no hay vuelta atrás en lo que ya se ha hecho, de modo que la responsabilidad exige seguir adelante con el proyecto pactado. No hay vuelta atrás".