Un favor que ha costado caro

Sólo unas horas después de que el magistrado del Juzgado de lo Penal número 3 de Jerez, José Ignacio Barangua, condenara a siete años de inhabilitación al alcalde de Benaocaz (Cádiz), José Rafael Reyes (PSOE), por un delito de prevaricación, el munícipe serrano ponía su cargo a disposición de la dirección del partido, que ayer aceptaba la dimisión.

Más de un centenar de habitantes del municipio serrano, de 732 vecinos, se concentraron en la tarde de ayer en la plaza de Las Libertades para rechazar una condena que tachan de "desmesurada".

Rafael Reyes, regidor desde 1991, contrató como peón al que entonces era su teniente de alcalde, Blas García, para la construcción de un salón municipal de usos múltiples. En concreto, requirió los servicios a través de la bolsa de empleo del Ayuntamiento del ahora concejal de Fiestas un mes en el año 2000 y otra mensualidad en 2002 para la edificación del mencionado salón multiusos. Más tarde, lo volvió a contratar treinta días para el acondicionamiento de la plaza de La Constitución. Intentó que le contrataran durante un año para el mantenimiento y conservación del emplazamiento, pero las protestas del PP en un pleno llevaron al concejal García, que no percibía compensación alguna por ostentar la tenencia de alcaldía, a renunciar a esta oferta.

"Estoy seguro de que no me he equivocado, pero entiendo la decisión de mi partido"

La actuación del PP no quedó en las protestas. Este partido interpuso cuatro denuncias y querellas contra el alcalde, que finalmente ha sido inhabilitado.

"Estoy seguro de que no me he equivocado, pero entiendo la decisión de mi partido porque hay una sentencia condenatoria", dijo ayer el alcalde sentado en su despacho poco después de saber que el PSOE había aceptado su dimisión. "Este Ayuntamiento genera entre 6.000 y 7.000 peonadas al año, más del 90% del empleo. Yo contraté de albañil y a través de la bolsa municipal a un concejal que no cobra ni por venir a los plenos y que estaba desempleado", señaló resignado.

Mientras, en el pueblo se dejaban en las puertas de las casas unas octavillas en las que se convocaba a una concentración a las puertas del Ayuntamiento en señal de rechazo a una "condena injusta".

"Me ha sorprendido mucho todo esto. Si el alcalde hubiera robado, pero si es por dar trabajo a otro que está en el paro...es demasiado, ¿no?", lamentaba ayer una mujer que prefería mantenerse en el anonimato "porque este pueblo es muy pequeño y no hay que señalarse". "Se han pasado", decía un grupo de vecinas en la calle principal de Benaocaz. "Es una barbaridad lo que han hecho con este hombre. Es desmesurado para una cosa así", comentaba David, un trabajador de 32 años. El debate estaba abierto y algunos eran más escépticos. "Está mal que le dé trabajo a un concejal. Eso no se puede hacer, pero este es un pueblo pequeño. Entonces, ¿qué pasa con los que meten las manos y roban el dinero o dicen barbaridades como el [alcalde] de de Alhaurín [El Grande]", espetó Rafael Mongona.

El alcalde de Benaocaz recurrirá la sentencia. El concejal Blas García trabaja actualmente como fontanero en la Mancomunidad de Municipios de la Sierra de Cádiz.