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Reportaje:

La feria de la marihuana

18.000 personas visitan en l'Hospitalet el foro dedicado al cultivo de 'cannabis'

Miquel Noguer

Si no fuera por la aromática humareda que preside el recinto, bien podríamos estar ante una feria de jardinería. Venta de fertilizantes, plaguicidas, reguladores de temperatura y hasta consejos para fabricar invernaderos caseros. Las semillas son el distintivo. Las hay de mil y un tipos, pero de una sola especie: la marihuana. Unas 18.000 personas lo han visto de cerca este fin de semana en la tercera edición de la feria del cáñamo Highlife, de l'Hospitalet de Llobregat, un certamen que crece año a año al calor de la afición cada vez más extendida de cultivar marihuana para consumo propio.

Por un sobre de 10 semillas, sin garantías de floración, se pagan entre 18 y 140 euros
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Al neófito también puede sorprenderle que, siendo una feria consagrada a la marihuana, no haya ni rastro de estas plantas en todo el recinto. El impulsor de la feria, Sergio Martínez, explica por qué: "La venta de la planta está prohibida porque contiene sustancias canábicas. Las semillas, en cambio, están libres de estos componentes y por lo tanto no son consideradas sustancias ilegales". "No vendemos ni promovemos nada que no sea legal", recalca Martínez avanzándose a cualquier otra pregunta insidiosa.

Y ajenos, o mejor dicho, resignados ante el eterno debate político y legal que rodea el consumo de cannabis, numerosos curiosos se interesaban en la tarde de ayer por las últimas variedades de semilla llegadas desde Holanda, país que concentra los principales distribuidores mundiales de este producto. Lucien van Gasteren, al frente del stand de High Quality Seeds, asesora: "Aunque la mayor parte de gente la cultiva en el interior, España, con su gran insolación, es ideal para el cultivo de marihuana". ¿Y qué gustos tienen los españoles? "Aquí solemos vender semillas con poca concentración de THC [la principal sustancia psicoactiva del cannabis], en cambio, países como Holanda o Suiza la prefieren más fuerte", explica Van Gasteren. Con nombres tan sugerentes como Destroyer o Thai Fantasy, existe una semilla para cada consumidor y un consumidor para cada semilla.

Los precios también lo demuestran. Por un sobre de 10 semillas, sin garantías de floración, se paga entre 18 y 140 euros. Sergio Martínez no se sorprende de que miles de españoles no se asusten ni ante el precio ni, sobre todo, ante lo difícil que es que las delicadas semillas de la marihuana acaben fructificando. "Hay muchos consumidores que ven en la marihuana un placer importante por el que no quieren tener que pagar el peaje de relacionarse con narcotraficantes ni meterse en el ambiente del tráfico de drogas. Quieren fumar y punto".

Los efectos terapéuticos de la marihuana, aplicados a pacientes con cáncer o con afecciones neurodegenerativas, también han dado un impulso a esta floreciente industria. Franco Lojacono, representante de la distribuidora de semillas Green House, lo certifica. "Por suerte, los médicos cada vez tienen la mente más abierta a la hora de recomendar el consumo de cannabis para paliar ciertos síntomas. La marihuana no cura, todos lo sabemos, pero sí puede ayudar a vivir mejor".

En estos casos también hay una planta para cada paciente. "Para alguien que sufre los vómitos y la falta de apetito propios de los tratamientos con quimioterapia solemos recomendar plantas con un alto nivel de THC, pues favorece los procesos digestivos; en cambio, si el enfermo es víctima de temblores es mejor una elevada concentración de CBD, el otro componente principal de la planta".

Pero la feria del cannabis, que el próximo fin de semana también abrirá en Leganés, no es sólo humo. La moda tiene cada año un espacio más amplio. Y es que el hilo de cáñamo, con el que se fabricaron los primeros tejanos de Levi's, vuelve a ser apreciado en la industria textil. Y no sólo para fabricar ropa. Un éxito de ventas en la feria de l'Hospitalet fue el primer colchón fabricado con este tejido. Para sus vendedores, la mejor forma para dormir en las nubes.

Un visitante de la feria examina distintos tipos de marihuana.
Un visitante de la feria examina distintos tipos de marihuana.EFE

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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