De la silla de madera al diseño de vanguardia
La Fundación Martínez Otero promociona desde A Estrada a los jóvenes creadores de muebles
La historia de una empresa que partiendo prácticamente de cero se convierte en una referencia del diseño suena a conocida en Galicia, pero en este caso se trata de una iniciativa que además de su actividad comercial ha realizado una apuesta arriesgada con fin de apoyar a los jóvenes diseñadores que tratan de dar sus primeros pasos tras concluir los estudios. La Fundación María Martínez Otero, con sede en Callobre (A Estrada), lleva apenas dos años funcionando pero en tan corto período de tiempo ya ha conseguido que los premios que llevan su nombre se hayan convertido en una referencia para los jóvenes diseñadores españoles y de otros países.
Para contar la historia completa hay que remontarse a los años 40, en plena posguerra, cuando María Martínez Otero rompió los tópicos de la época y se convirtió en empresaria tras el fallecimiento de su marido. Su propia casa en Callobre fue el primer taller de carpintería dedicado a la fabricación de sillas y camas de madera que con el paso de los años acabaría por convertirse en una empresa que factura cerca de 12 millones de euros anuales y que cuenta con 200 empleados. Los muebles que fabrica esta empresa pueden encontrase en establecimientos hoteleros de las cadenas Hilton y Sheraton y en las tiendas de Inditex repartidas por todo el mundo.
A la última edición de sus premios se presentaron 129 proyectos de 6 países
La empresa de Callobre decora hoteles de las cadenas Hilton y Sheraton
La decisión de crear la fundación responde al deseo de los descendientes de María Martínez de rendir homenaje a la mujer que con su esfuerzo y dedicación supo poner en marcha un proyecto que sigue dando pasos hacia la innovación 60 años después. Según explica la coordinadora de la fundación, Elena Fabeiro, uno de los principales objetivos que se persigue es incentivar y apoyar a jóvenes diseñadores a través de la convocatoria de un Premio de Diseño Industrial y con la concesión de la beca Suso Durán, que permite a un joven diseñador gallego realizar estudios durante un curso en uno de los centros de diseño más importantes del mundo, la Escuela Politécnica de Diseño de Milán.
Otro de los ejes de actuación de la Fundación María Martínez Otero son las actividades formativas. A lo largo del año la entidad organiza ciclos de conferencias y talleres a los que asisten diseñadores internacionales consagrados. En los dos años que lleva funcionando ya han conseguido traer a Galicia a diseñadores tan prestigiosos como Alberto Liévore, los hermanos Campana o Pearson & Lloyd. Estos diseñadores han realizado charlas y participan en los talleres organizados por la fundación.
Fabeiro señala que en Galicia se echa en falta una cultura del diseño en un momento en que esta actividad se ha convertido en parte esencial de la vida contemporánea."Antes se compraban muebles que duraban toda la vida pero ahora a la gente le gusta cambiar para dar un nuevo aspecto a su casa", explica la coordinadora de la fundación.
Otro de los proyectos que está en marcha la construcción de una nueva sede, también ubicada en Callobre, que está desarrollando el estudio RVR arquitectos. Además del componente emocional que supone construir las nuevas instalaciones en las proximidades de la casa natal de la fundadora, Fabeiro apunta que se intenta demostrar que es posible apostar por estrategias de trabajo y ocupación del medio rural distintas a las tradicionales de la agricultura y al turismo rural. El objetivo es el de convertir este nuevo espació en un banco de nuevas ideas para el diseño del mueble.
El premio de diseño ha celebrado recientemente su segunda edición, a la que se han presentado 129 proyectos. Se trata de una de las iniciativas más importantes de España en esta materia y aspira a ampliar fronteras en sus próximas ediciones, aunque en las dos primeras ya han participado diseñadores de diversas partes de España, Irlanda, Francia, Portugal, Argentina y México. Los valencianos Herme Ciscar y Mónica García obtuvieron el primer premio en la segunda edición. También obtuvo una mención un grupo de diseñadores gallegos por el original diseño de una estantería denominada Acougo.
Pablo Fernández Galdo, uno de los miembros de este grupo y responsable del área experimental de la Escuela de Diseño de Ferrol, señala que este tipo de premios son los que permiten a los jóvenes diseñadores tener la oportunidad de mostrar su trabajo. Además, esta iniciativa es muy beneficiosa para las empresas que se dedican a la fabricación de muebles ya que "con los 6.000 euros que tiene el premio de dotación consiguen un centenar de ideas para realizar productos". Fernández Galdo señala que en Galicia el diseño todavía no ha alcanzado el nivel de desarrollo que tiene en comunidades como Cataluña o Valencia. "Pcada vez contamos con más profesionales que se dedican al diseño", apunta.
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