¿Pueden los docentes atender los trastornos de personalidad?
Cómo atenderles y cómo actuar ante una agresión de estas características es una pregunta que los docentes se hacen a diario. Agustín Bueno, profesor de Psicología en la Universidad de Alicante, reconoce que estas personas "tienen perfecto derecho a continuar formándose", pero admite que es "incuestionable que los centros de enseñanza no están preparados, no tienen los recursos personales e instrumentales necesarios para hacer frente a estos casos".
José Antonio Martínez, presidente de la federación de directivos de institutos públicos de España (Fedadi), aboga por una escuela "inclusiva" y aplaude que la Administración imponga el derecho a la escolarización a todos. "Pero no todo el mundo puede hacer lo mismo, ni puede estar en el mismo sitio", matiza. Por eso defiende la atención a la diversidad dentro del aula, pero, para lograrla, son necesarios medios económicos y humanos. "Cuando hablamos de diversidad no se trata de una palabra hueca; significa que cada uno presenta unas características que deben ser atendidas", y si sufren trastornos de personalidad necesitan una atención especial. "Hay chavales que no pueden y no deben estar en clase, porque el resto de alumnos se ven afectados", cree Martínez, que recrimina que cuando se aprobó la ampliación de la escolarización hasta los 16 años se debía haber previsto que hacen falta dinero y recursos económicos para ello.
Lola Abelló, presidenta de Ceapa, la confederación laica de padres de alumnos, insiste en que los profesores son también educadores, que deben aprender técnicas de dinámica de grupos. También defiende una escuela inclusiva en la que se "deben tener estrategias para ayudarle", pero en los centros públicos faltan medios y recursos para gestionar la diversidad. El profesor Bueno cree "imprescindible" que haya un ágil trasvase de información en las dos direcciones: "Los centros sanitarios deben informar a los colegios, pero éstos deben comunicar también lo que observan en el joven", para poder actuar ante estos casos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.