Exportaciones en suspenso

En vísperas del primer aniversario de la llegada de Evo Morales a la presidencia de Bolivia, la economía del país andino se mantiene estable después de crecer un 4,5% en 2006, con una inflación cercana al 5%. No obstante, su gran dependencia del comercio exterior, la inversión y el precio de los hidrocarburos podría pasarle factura en un contexto internacional más desfavorable.

La economía boliviana ha mantenido el tipo durante 2006, a pesar de los anuncios de su presidente Evo Morales de nacionalizar los hidrocarburos y una constante inestabilidad política. Los datos indican que el PIB del país ha crecido un 4,5% durante el año pasado, una media que se encuentra por debajo del crecimiento conjunto de Latinoamérica, pero cuatro décimas más que el 4,1% registrado en 2005 y el nivel más alto en los últimos ocho años.

Para este año, las previsiones del Ministerio de Hacienda indican que el PIB podría crecer hasta el 5%, el mejor dato desde 1997. Nuevamente el tirón de las exportaciones de minerales e hidrocarburos ha sido el motor de la economía boliviana. Los datos oficiales indican que durante el primer semestre las exportaciones de minería crecieron un 16,32% y las de hidrocarburos lo hicieron un 6,26%.

Sector público

El sector público no financiero registró un superávit del 6,4% hasta septiembre de 2006, en comparación con el déficit del 2,3% observado en 2005. El comportamiento del sector externo también favoreció una acumulación de reservas internacionales, entre diciembre de 2005 y octubre de 2006, equivalente a 11,8% del PIB, con lo cual se ubicaron en el máximo histórico de 2.970 millones de dólares. También en 2006 el saldo de la balanza comercial fue de 1.300 millones de dólares.

No obstante, para la Cepal y para la mayoría de los analistas internacionales, la volatilidad de los precios del crudo -que este año podría volver a estar bajo los 50 dólares el barril- podría impactar negativamente en sus exportaciones fuertemente dependientes de la extracción de este combustible. La Cepal no prevé en el futuro cercano un incremento de los precios de las materias primas similar al registrado en 2004 y 2005, impactando en las finanzas bolivianas.

En un reciente informe de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo (Cainco) de Santa Cruz se muestra que el crecimiento del próximo año también podría verse afectado por el aumento de la evasión y la elusión tributaria y por la intención del Gobierno de Evo Morales de imponer la agenda política por encima de la económica, postergando los necesarios cambios estructurales en temas laborales y fiscales que han impedido aprovechar el favorable contexto internacional, como el resto de sus vecinos.

Inversiones exteriores

Según la Cepal, el comportamiento de la inversión también podría afectar la evolución del PIB potencial de la economía boliviana. Para Cainco, la Inversión Extranjera Directa (Neta) se constituyó en una de las mayores debilidades de la economía boliviana, pues se ha visto reducida a 171 millones de dólares entre enero y septiembre. Los datos de la UNCTAD revelan además que en los últimos tres años, Bolivia ha sido el país suramericano con menores tasas de inversión de Latinoamérica.

Otro de los problemas de Bolivia son sus elevadas tasas de desempleo. En 2005 llegó al 8,5%, y durante el curso pasado se situó en una cifra cercana al 10%, a pesar del contexto de crecimiento centrado en las industrias extractivas. Esto sin contar las elevadas tasas de informalidad en uno de los países más pobres de la región. A favor de la economía andina juega una inflación controlada que en 2006 llegó al 5% y que este curso podría llegar al 3,7%.