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Ahorros británicos en suelo rústico 'residencial'

"Compro casa en España", tecleó Joanna en el buscador Google hace siete años desde su casa en Inglaterra. Automáticamente aparecieron un sinfín de páginas con información sobre venta de casas en zonas sureñas: Alicante, alrededores de Málaga y... Almería. En concreto localizó una que ofertaba viviendas en un pueblecito al norte de la provincia almeriense llamado Albox (11.271 habitantes).

Hoy Joanna Tissington hace sus búsquedas por Internet y responde a su correo electrónico desde su hogar en el caso urbano albojense. Compró en 2000 un caserón en este pueblo que después rehabilitó y desde hace un año y medio reside en la localidad. A sus 45 años se ha establecido en la comarca del Almanzora en Almería, donde regenta una tienda de manualidades y pasatiempos. Así de sencillo. O así de complicado, para los que tuvieron peor suerte que ella. "En aquel entonces, depende de la provincia, se encontraban casas por unas 5.000 libras y hasta 30.000. Eran casas en buen estado para reformar sólo un poco. No estaba mal para un inglés que gana un sueldo bastante alto. Entonces, en Inglaterra estaban subiendo un montón. Y mucha gente con el dinero ahorrado se compraba casa en España", apunta.

Joanna denuncia que la mayor parte de sus compatriotas de la comarca, la mayoría jubilados, han sido "engañados" por promotores ingleses que hicieron sociedades mixtas con españoles. Se calcula que unas 6.000 casas podrían estar en situación presuntamente ilegal en la comarca del Almanzora. "Muchos vendieron sus casas de toda la vida en Inglaterra y se compraron una grande aquí para, con el resto del dinero, vivir tranquilos. No se dieron cuenta de que eran ilegales. Algunos tienen escrituras sólo del terreno y desconocían que hacía falta de la casa", concluye.

En efecto, algunas de esas casas se construyeron sobre cañadas reales, como las que fueron precintadas por la Guardia Civil en 2005; o sobre cauces de ramblas y en diseminados alejados de núcleos urbanos. La situación fue denunciada por Ecologistas en Acción en junio pasado. Los activistas denunciaron ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) ilegalidades urbanísticas en 14 pedanías de Albox. La preocupación por la situación de muchas de estas viviendas es tal que una representación de la colonia de británicos, calculada en unas 5.000 personas, protagonizó el pasado miércoles una manifestación por las calles de Albox solicitando la legalización de sus viviendas. En la cabecera de la protesta participaba el alcalde del municipio, Francisco Granero (PP), que asegura no haber dado licencias aunque la oposición dice que éstas se han pagado y, si no se han otorgado, ha habido "silencio administrativo" por parte del consistorio.

Centenares de estos hogares no tienen alumbrado público ni alcantarillado y se iluminan por generadores. El portavoz de los británicos, Bob Naya, explicó que con la protesta sólo buscan una salida a un problema del que se sienten víctimas: "No queremos darle más vueltas a quien tuvo la culpa por lo ocurrido, sino buscar la solución para el futuro". El delegado de Obras Públicas en Almería, Luis Caparrós, ya ha advertido que muchas viviendas tendrán "muy difícil" la legalización. "Si hay viviendas ilegales en una zona que cuenta con los preceptivos servicios educativos, sanitarios y otros equipamientos, con seguridad se puede encontrar una solución. Si no existen, va a ser muy difícil que puedan mantenerse en pie", remacha.

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