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Reportaje:ES EL MOMENTO DE... | PROPUESTAS

La flor del curativo aloe

Quién no ha oído hablar de aloe vera si en los últimos años no hay crema ni jabón que no proclame con letras mayúsculas que lo incluye entre sus ingredientes? Esta planta, que se puede contemplar en algunos jardines iniciando ahora su época de floración, no es un cactus, pero también acumula agua en sus tejidos. Y es a este líquido que actúa como mano de santo sobre tantas dolencias relacionadas con la piel al que debe precisamente su prestigio. Desde el punto de vista botánico, el aloe pertenece a la misma familia que tulipanes y azucenas, las liliáceas, aunque aparentemente no se parezcan en nada. Los rasgos característicos de este vademécum viviente son sus hojas carnosas, grandes como espadas y bordeadas de espinas, que aparecen colocadas en forma de roseta y le dan un aspecto escultural. Las flores son tubulares y de colores llamativos: rojo, amarillo y anaranjado para atraer a los pájaros. Las 325 especies censadas proceden de Namibia, Yemen, la provincia de El Cabo y Madagascar. Muchas de ellas, sin embargo, se encuentran naturalizadas en la cuenca mediterránea, las islas de Cabo Verde y Canarias, y ciertas zonas de América, como Barbados, Jamaica, México, Bolivia y Perú.

Ya en el papiro de Ebers (de 1.500 antes de Cristo) se citan 12 remedios a base del líquido que alojan estas plantas. Ahora comienzan su floración en algunos jardines botánicos españoles.

La savia que engrosa los tejidos del aloe, el acíbar, es un gel mucilaginoso de sabor amargo que fluye en cuanto se da un corte a las hojas, aunque es difícil de estabilizar. Rico en vitaminas, aminoácidos, minerales y enzimas, es un excepcional regenerador celular con múltiples y milenarias aplicaciones en medicina y cosmética. Para los guerreros africanos era el mejor antídoto contra las flechas envenenadas, y para los niños europeos, un repugnante ungüento para no morderse las uñas. Viejas historias nos lo presentan como el secreto de belleza de dos reinas míticas: Nefertiti y Cleopatra.

Jardines con aloes

- Jardín botánico de Pinya de Rosa. Lloret de Mar (Girona): 972 35 52 90.

- Jardín botánico Mar i Murtra. Blanes (Girona): www.jbotanicmarimurtra.org.

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Las flores rojas de los aloes, en un jardín botánico.
Las flores rojas de los aloes, en un jardín botánico.P. GÓMEZ-CENTURIÓN

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