Intolerancia
El 25 de agosto del pasado año se celebraba el 70º aniversario del paseo y fusilamiento de 20 convecinos del pueblo de Nava de Roa, en la provincia de Burgos. Los amigos y familiares de los paseados nos unimos para celebrar un sencillo (y merecidísimo) acto de homenaje. En la plaza del pueblo, junto al Ayuntamiento de donde aquellos vecinos salieron para no volver jamás, los familiares leímos unas palabras en memoria de los fusilados y sus familias, recordando aquellos viles asesinatos -aún hoy impunes- y la terrible situación en que quedaron sus familias, agravada por la cruel posguerra.
Tuvimos el honor y el orgullo de que nos acompañara la vicepresidenta primera del Congreso de los Diputados, la señora Carme Chacón, biznieta de uno de los fusilados, Gonzalo Liras Cerezo. Todos juntos nos dirigimos luego a una de las dos fosas comunes donde -se supone- reposan sus cuerpos, depositando unas flores y descubriendo una placa, honor que corrió a cargo de la señora Chacón, quien puso fin al acto con unas emotivas palabras. En la placa ponía: "Homenaje a los paseados del 36. Agosto del 2006. Os rendimos honores por haber perdido la vida a manos del fascismo. No os olvidamos. D. E. P.".
Y digo "ponía" porque la intolerancia ya llevó a que, en el pasado mes de diciembre, manos anónimas y cobardes profanaran esa placa de homenaje a unos muertos injustamente y retiraran las palabras "del 36" y "fascismo", como queriendo así borrar la verdad de la Historia. Son esos que intentan hacernos creer que en julio de 1936 no hubo golpe de Estado, que Franco no fue un militar rebelde, que no hubo dictadura (dura).
Son los mismos que no admiten la declaración (¡la mera declaración!) de la Guerra Civil como fruto de la rebelión militar del 18 de julio del 36 protagonizada por el general Francisco Franco, quien se erigió ilegítimamente en jefe de Estado para instaurar su Gobierno, después de una cruenta guerra civil provocada por su golpe de Estado contra una República libre y progresista y, ante todo, legal y democrática. Democracia, libertad y legalidad: lo que él -y los suyos- nos negó durante 40 años. Y lo que muchos pretenden tapar 70 años después a golpe de martillo. ¿Cómo denunciar estos hechos?
Los que lo hacen (y los que los apoyan, los mismos que quieren negar la realidad de los hechos históricos) intentan que estas cosas no se sepan, y quieren desprestigiar el simple deseo de familiares y amigos de homenajear a quienes murieron vilmente, dignificar su nombre y lavar la afrenta de sus familias por lo que tuvieron que pasar (y nos consta, desgraciadamente, que pasaron). Porque se lo merecen (nos lo merecemos todos), en nombre de la justicia y la dignidad. Y por la memoria histórica. Quiero decirlo, para que se sepa, yo, nieta de Gonzalo Liras Cerezo, fusilado el 25-8-1936 en Nava de Roa (Burgos), junto a 20 vecinos, quien dejó cinco hijos (de 3 a 12 años) y una mujer embarazada de un mes. Como tantos otros...
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