Barcelona limitará el acceso a la vía pública en acontecimientos masivos
Descienden un 46% las quejas ciudadanas por actos vandálicos
El Ayuntamiento de Barcelona restringirá el acceso a determinados puntos de la vía pública cuando se produzcan concentraciones masivas que puedan degenerar en altercados violentos. Así lo acordó ayer la comisión municipal sobre el fenómeno del vandalismo. El objetivo es evitar incidentes como los que se registraron el año pasado tras la celebración de los títulos de Liga y Champions logrados por el Barça.
Más de 600.000 euros de pérdidas por daños en los comercios. Decenas de farolas y contenedores destrozados. Cargas policiales, escaramuzas y persecuciones alrededor de la fuente de Canaletes. Ése fue el balance que arrojaron los graves altercados registrados en el centro de Barcelona el 18 de mayo del año pasado, tras la masiva celebración -125.000 personas salieron a la calle- del título de Liga de Campeones conquistado por el FC Barcelona ante el Arsenal.
Pocos días después, el entonces alcalde, Joan Clos, planteó la posibilidad de limitar el acceso a la Rambla de Canaletes en las celebraciones deportivas y en otros actos multitudinarios. Ayer, la segunda reunión institucional de la comisión de vandalismo municipal acordó por consenso poner en marcha aquella propuesta.
La Guardia Urbana podrá limitar -o cerrar por completo, según el caso- los accesos a determinadas zonas de la vía pública, cuando considere que esta medida garantiza que no se producirán incidentes. Según el concejal de Seguridad, Ferran Julián, el ejemplo a seguir es el dispositivo que se puso en marcha la pasada Nochevieja, cuando se restringió la entrada a la plaza de Catalunya para evitar aglomeraciones. Aquella noche no se produjeron incidentes de gravedad.
En la reunión de ayer estuvieron presentes los cinco partidos políticos con representación en el Consistorio, responsables políticos de la Guardia Urbana, los Mossos d'Esquadra y los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, clubs deportivos, la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona, asociaciones de comerciantes (Barnacentre y Amics de la Rambla) y miembros del Colegio de Periodistas.
Todos ellos debatieron sobre el alcance de esta medida y llegaron a la conclusión de que no se aplicará a las manifestaciones al uso. La limitación de accesos será válida para todas aquellas concentraciones o acontecimientos masivos "espontáneos" cuyos efectos, no obstante, puedan preverse racionalmente. El ejemplo más evidente que citó Julián son las celebraciones de títulos deportivos.
Poner coto al 'botellón'
En este apartado también se incluyen otras celebraciones como el botellón, en las que cientos de jóvenes se reúnen en la calle para beber. El objetivo de nuevo es evitar incidentes como los que se registraron en marzo del año pasado, cuando la convocatoria de un macrobotellón en el barrio del Raval dio paso a una auténtica batalla campal. Los enfrentamientos entre Mossos d'Esquadra y un grupo de alborotadores se saldaron con 54 detenidos y 69 heridos.
El próximo jueves se cumple un año de la entrada en vigor de la polémica ordenanza de civismo. El alcalde, Jordi Hereu, aprovechó ayer para decir que el incivismo retrocede en la ciudad. El año pasado se redujeron un 46% las llamadas telefónicas que los barceloneses hicieron llegar a la Guardia Urbana para denunciar actos de incivismo. Éste es el indicador que utiliza la Policía Local para determinar los índices de vandalismo. La Guardia Urbana ha recibido un 24% menos de quejas relativas a la destrucción de mobiliario urbano, y un 20% menos en relación con el exceso de ruido en la calle.
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