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Starck diseña tres edificios en torno a un atrio para el centro de ocio de la Alhóndiga

El diseñador francés se considera "una asistenta al servicio de la población de Bilbao"

El centro de ocio y cultura de la Alhóndiga ha sido concebido por el diseñador francés Philippe Starck como "una ciudad dentro de la ciudad". En ella, los muros de la vieja construcción de Ricardo Bastida de 1909 serán como "una fortaleza abierta", donde se levantarán tres edificios en torno a un atrio interior de casi 6.000 metros cuadrados. Una gran plataforma servirá de acceso al centro desde la plaza de Arrikibar, que se transformará del todo. Starck hizo ayer, en la misma obra de la Alhóndiga, una apasionada defensa de su proyecto y se presentó como "una asistenta al servicio de Bilbao".

Starck (París, 1949) prometió hace poco más de dos años que iba a diseñar "una máquina de generar vida" para responder al encargo del Ayuntamiento de Bilbao para transformar la vieja Alhóndiga, ubicada en el corazón de la ciudad, en un centro de ocio, deporte y cultura de casi 40.000 metros cuadrados de superficie, con 45 millones de euros de presupuesto. Ayer presentó el proyecto que ha realizado con la misma pasión. Por vez primera, dijo, está sintiendo que su trabajo sirve para algo, a pesar de ser el autor de diseños de éxito que abarcan desde hoteles y tiendas de lujo en las principales ciudades del mundo, a gafas, mobiliario urbano o menaje de cocina. En la Alhóndiga quiere que su presencia como diseñador "desapareza" en un proyecto "sorprendentemente humilde". "Nadie va a acordarse que lo hice yo", añadió. "Soy una sistenta al servicio de la población de Bilbao", aseguró ante la mirada complacida del alcalde, Iñaki Azkuna. Del edificio construido por Bastida hace cien años sólo quedan las fachadas exteriores.

La propuesta de Starck concibe los muros de la Alhóndiga como los límites de una fortaleza, dentro de la cual se desarrolla la vida de una ciudad en torno a un enorme atrio. Las nuevas dependencias estarán distribuidas en tres edificios, que se sostendrán sobre una singulares columnas de forma irregular. En dos plantas de semisótano, situadas sobre los pisos subterráneos destinados a aparcamiento, y los tres edificios contruidos con ladrillo caravista, vidrio, acero y hormigón se repartirán las instalaciones. El centro tendrá piscina, solarium, gimnasio, balneario, auditorio, mediateca, sala de exposiciones y zona comercial y de restauración.

Piscina transparente

Starck habló de sostenibilidad, ahorro y sencillez, pero el proyecto reserva un par de golpes de efecto espectaculares. La piscina, sita en la terraza superior, tendrá el fondo transparente y permitirá filtrar la luz natural hasta el atrio, desde donde se verá a quines disfruten del agua. Del cento del atrio colgará una pantalla de video de ocho metros de altura que ofrecerá imágenes del sol.

El acceso a la Alhondiga éstará en la plaza de Arrikibar, situada en una de las esquinas del edificio. La plaza cambiará totalmente de aspecto y será peatonalizada en parte. Starck quiere elevar la cota de la plaza más de un metro y medio sobre la rasante actual, eliminar el tráfico, retirar los tilos que rodean su fuente y colocar en su lugar árboles de menor porte, que confieran una sensación de protección vegetal ante el ruido urbano. La fuente que ocupa el centro de la plaza volverá al mismo lugar al finalizar la reforma. Desde Arrikibar partirá una gran plataforma que conectará el exterior con el atrio, concebido como una plaza pública cubierta por una piel de vidrio

El centro de la Alhóndiga se abrirá al público en fases. Las plantas subterráneas dedicadas a aparcamiento, con casi mil plazas, ya están siendo utilizadas. El calendario previsto señala que el atrio, la piscina y los espacios destinados a hostelería y comercio estarán listos para su inauguración en junio de 2008. La segunda fase (balneario, ocio infantil y oficinas) se abrirá seis meses más tarde. El resto entrará en funcionamiento en junio de 2009.

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