Un líder de la izquierda 'abertzale' advierte a ETA de que "con bombas no hay proceso"

El goteo de declaraciones que dibuja una izquierda abertzale menos monolítica tras el atentado de Barajas y el posterior comunicado de ETA siguió ayer. El líder del sindicato abertzale LAB, Rafa Díez Usabiaga, uno de los hombres clave para el alumbramiento del alto el fuego de ETA de marzo pasado, reconoció que "con bombas no hay proceso". Pero también dejó claro que con "leyes de excepción", la "persecución" de la izquierda abertzale o políticas penitenciarias basadas "en la venganza", tampoco. Y reiteró que el proceso sólo se construirá sobre las bases de no violencia y condiciones democráticas.

El secretario general de LAB, la única marca legal que le queda al conjunto de la izquierda abertzale, pidió ayer a todos -ETA, Gobierno y partidos- que abandonen "todos los factores de ambigüedad" a la hora de impulsar un proceso de paz. "ETA tendrá que abandonar esos factores de ambigüedad", dijo, al igual que el resto.

El valor añadido de esta declaración reside en que se produce 24 horas después de que el líder de Batasuna, Arnaldo Otegi, reconociera que el atentado de Barajas ha generado confusión en la izquierda abertzale, porque difícilmente se puede entender que ETA mantenga el alto el fuego permanente y se reserve a la vez la posibilidad de atentar. "Puede plantear ciertos problemas de credibilidad al mantenimiento del alto el fuego permanente", dijo Otegi.

En cualquier caso, Díez advirtió al Gobierno, inmerso ahora en la recuperación de la unidad de los partidos frente a ETA, sobre la inutilidad de volver a "pactos antiterroristas light" o a la "conculcación de derechos", porque entonces no habrá "proceso de paz y escenario de no violencia".

El líder de LAB defendió que Batasuna pueda operar políticamente en pie de igualdad con el resto de partidos, y aseguro que "tampoco hay proceso si no hay mesa de partidos", algo que ha venido repitiendo toda la izquierda abertzale desde agosto pasado.

El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, por su parte, volvió a advertir de la "amenaza" que ETA supone para la propia Batasuna, que si no responde de forma "clara" al último atentado "va a perder capacidad de interlocución".

Un día antes de que el lehendakari declare el 31 de enero ante el Tribunal de Justicia vasco como imputado por un delito de desobediencia en grado de cooperador necesario, tendrán que hacerlo los tres dirigentes de la ilegalizada Batasuna que se reunieron con Juan José Ibarretxe.

Respuesta del PNV

El magistrado instructor del caso, Roberto Saiz, ha fijado para el día 30 la declaración como imputado por desobediencia de Otegi, y de los también dirigentes independentistas Pernando Barrena y Juan José Petrikorena. El PNV, mientras tanto, prepara ya su respuesta social y de instituciones y partidos para arropar al primer lehendakari que tiene que declarar como imputado ante un juez.

El PNV reunirá el próximo lunes, con carácter extraordinario, a su Asamblea Nacional para dar una "respuesta política" a lo que entiende "que es una actuación política", según declaró el presidente peneuvista, Josu Jon Imaz.

El PNV pretende consensuar con el resto de formaciones las iniciativas de respuesta a lo que considera un encausamiento producto de las "actuaciones de determinados elementos de la justicia", a los que se refiere como "ideologizados, elementos ultraconservadores enquistados en el sistema judicial".El presidente del Tribunal Superior de Justicia vasco, Fernando Ruiz Piñeiro, señaló anoche que este tipo de declaraciones deslegitima la política, y pidió prudencia a los políticos en sus manifestaciones.