El PSOE exige al PP que investigue en sus filas quién grabó de forma clandestina a Zapatero

La comisión permanente de la Ejecutiva Federal del PSOE calificó ayer de "hecho gravísimo" que "se grabara de forma clandestina la intervención del presidente del Gobierno" en la Conferencia de Presidentes autonómicos celebrada el pasado día 11. Y exigió al líder del PP, Mariano Rajoy, que abra una investigación interna "para determinar qué presidente o presidenta" realizó la grabación, porque se trata de un comportamiento que quiebra "el clima de libertad y confianza" que debe reinar en una cumbre institucional, celebrada a puerta cerrada.

El secretario general del PP, Ángel Acebes, respondió que a la reunión del Senado asistieron también presidentes de otros partidos y que pudo ser alguno de ellos quien realizó la grabación. "Ya está bien", se quejó Acebes, "de que el PSOE eche las culpas de todo a mi partido". Acebes recordó que en esa reunión estuvieron también el presidente del Gobierno vasco, el nacionalista Juan José Ibarretxe; el presidente de Cantabria, el regionalista Miguel Ángel Revilla, y el presidente de Canarias, el nacionalista Adán Martín. "Lo que sí merece una investigación interna es la intervención de Zapatero", dijo Acebes.

Uno de los presidentes asistentes a la conferencia grabó las palabras de Zapatero y filtró su referencia al "accidente mortal", con el que el jefe del Ejecutivo se refirió al atentado terrorista de Barajas. Zapatero rectificó de inmediato y, posteriormente, explicó que había tenido un lapsus linguae, y se mostró dolido porque sus palabras hubieran sido inmediatamente difundidas, en concreto por el presidente de La Rioja, Pedro Sanz (PP). Éste alertó a los medios de comunicación, a modo de denuncia, de que Zapatero había llamado "accidente" al atentado. Después de la denuncia del empleo de ese término por parte de presidentes del PP, fue difundida la grabación de la intervención de Zapatero.

Sin precedentes

"Al grabar al presidente sin advertirlo, y con fines de manipulación, se cometió una conducta muy alejada de la buena fe, es muy grave, no tiene precedentes y se aleja del fair play que deben presidir las relaciones políticas", lamentó ayer el portavoz socialista en el Congreso, Diego López Garrido. "El autor o autores han roto el clima de confianza, libertad de expresión y atmósfera de acuerdo que deben presidir las cumbres autonómicas", insistió. Y reiteró la exigencia al presidente del PP, Mariano Rajoy, de que abra una investigación para saber quién de su partido realizó esa grabación clandestina.

Para el PP, lo grave no es quién lo hizo, sino que Zapatero cometiera el error de llamar accidente al atentado. Ayer insistió en sus reproches, después de que el jefe del Ejecutivo lamentase su error, y el uso que de él se hizo, el día que lo cometió y en una entrevista publicada en EL PAÍS el pasado domingo. En ella, Zapatero consideró la grabación "una deslealtad inconcebible. (...) Una deslealtad con su país, con el Estado y con los valores democráticos", añadió refiriéndose al autor de la grabación.

El presidente de La Rioja, Pedro Sanz, del PP, que durante la conferencia actuó de portavoz de los presidentes de ese partido, se desentendió ayer de los reproches sobre la grabación. Afirmó que le importa "un pimiento" quién la realizó, ya que "lo importante es lo que se dice [en la grabación] y la gravedad de lo que se dice, que es lo que a mí me afecta. Lo demás, que les den por ahí".

Cuando se le preguntó si fue él quien hizo la grabación, contestó: "Me río del mundo, porque todo el mundo llevaba móvil allí y todo el mundo lo manejaba". Añadió: "¿Lo importante es cómo se ha descubierto al muerto o quién es el asesino?, ¿lo importante es cómo se ha descubierto el robo o quién es el ladrón?".

Sanz dijo que no está preocupado por las posibles consecuencias en caso de que se confirmara su autoría. "Una cosa es lo que se dijo y otra cosa es quién lo grabó o dejó de grabarlo, y además estará grabado en el Senado, como se graban las sesiones", contestó.

El Senado aclaró, tras estas declaraciones, que ningún miembro de sus servicios técnicos grabó "ni en soporte audio ni vídeo" a los presidentes autonómicos.