Polígrafos replicantes

Esta semana hubo ruido de polígrafos. Mientras en Antena 3, la tertulia de Jaime Cantizano sometía a Fernández Landa, jefe polígrafo de la cadena, a un amable interrogatorio acerca de las anécdotas de los poligrafiados que pasaron por su maquinita militar homologada por la CIA, los de Tele 5 desenfundaron su polígrafo intruso y pirata para saber si Consuelo Alcalá, la ex de Jaime Ostos, mantuvo relaciones sexuales con su hijo.

No es que descrea de los polígrafos en esos interrogatorios guantanameros que empiezan con torturas físicas, siguen con sevicias psicológicas y acaban amarrados a la misma máquina de Antena 3, es que, como todos los de mi generación, estoy muy influido por aquel futurista polígrafo de Blade Runner al que le bastaba observar las dilataciones del iris para saber si eran o no replicantes. Por otro lado, admito que también estoy muy determinado por el equipo CSI (Las Vegas), y me extraña mucho que el sabio doctor Grissom, un héroe de Tele 5, jamás haya utilizado la ciencia del polígrafo militar de Antena 3 para conocer la verdad y todo lo base en el análisis de los fluidos seminales.

En esta cruenta guerra de los polígrafos me fío mucho más del polígrafo no homologado de Berlusconi que del artefacto CIA de la cadena DeAgostini. Porque mientras los de Antena 3 presentan su máquina como irrefutable verdad científica, con seriedad de laboratorio, los de Tele 5 optan en sus interrogatorios por la dramaturgia del camelo científico para saber si Consuelo se acostó o no con su hijo.

Veremos en qué acaba la demanda del polígrafo de la CIA contra la máquina intrusa, sobre todo ahora que los de Antena 3 anuncian una versión revolucionaria del mismo cacharro militar que hará cantar a los muertos, los indiscutibles protagonistas del morbo del corazón.

Uno de los dos polígrafos ha de helarnos el share nacional, aunque ninguno mida las contracciones del iris en plan Blade Runner ni analice los fluidos seminales después del crimen, como exige el doctor Grissom.