Después de la resaca
El atentado de ETA no sólo provocó dos víctimas mortales y enormes destrozos materiales, sino una auténtica conmoción en la sociedad y un aluvión de artículos que sólo se han ido asentando, relativamente, con el paso de los días, casi a la par que el humo y el polvo del aparcamiento de la T-4 de Barajas. Pero en ningún sitio he leído ni oído que alguien pida perdón o exprese su error por haber afirmado durante meses que el Gobierno había "traicionado a las víctimas" o "rendido ante ETA", porque si algo demuestra el atentado es que no hubo ni asomo de cesión ante los terroristas por parte del Gobierno. Tampoco he visto ni oído que nadie pregunte "¿quién está detrás del 30-12?", porque todos estamos de acuerdo que sólo ETA está detrás de la "autoría intelectual", la decisión y la ejecución del citado atentado, al margen de que algún partido se beneficie en los sondeos tras el mismo.
Pero es que aún seguimos viendo pequeñas pancartas en las concentraciones "silenciosas" por el atentado de ETA y portadas de medios de comunicación que siguen preguntando "quién estuvo detrás del 11-M" sin que se les caiga la cara de vergüenza.
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